30 de enero de 2023
Han transcurrido casi 50 años de vigencia del Tratado de Itaipú, firmado en 1973. Muchas aguas han transcurrido por los conductos forzados y por el vertedero de la hidroeléctrica binacional. Sin embargo, dicha materia prima fundamental sirvió casi unilateralmente para el desarrollo de solo uno de los Estados. Dos motivos lo certifican: la cantidad de energía limpia, segura y barata llevadas mayoritariamente por una de las partes, y la renta financiera, también aprovechada por el mismo socio “paritario”, Brasil.