El ministro de la Secretaría del Ambiente, Rolando de Barros Barreto, declaró contingencia ambiental en el 2015, pero procede tibiamente en complicidad con los municipios ante hechos de alta contaminación que se registran en cauces hídricos. Ayer el arroyo Tayazuapé tenía color sangre.
La Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) contamina aún más el arroyo Mburicaó, a la altura de la calle Gubetich (ex-Cervantes) y José Verdi, porque hace poco instaló en ese sitio una red de alcantarillado sanitario que descarga directamente en el curso de agua, denunciaron los vecinos del lugar.
El arroyo Primavera, que nace en el barrio San Antonio y se extiende por todo el casco urbano de Juan León Mallorquín, está colmatado en algunos sectores. Lejos de ser un lugar recreativo y turístico, el cauce hídrico presenta un estado calamitoso debido a la basura. Un grupo de estudiantes de la Universidad Internacional Tres Fronteras (Uninter) comenzó un proyecto para recuperarlo.
Una grave contaminación del medioambiente afecta a vecinos del barrio María Auxiliadora de Isla Pucú. Esta situación de insalubridad es generada por el matadero municipal que se encuentra en la zona y que funciona sin la licencia requerida. Basura, aguas servidas y desechos son arrojados sin ningún tratamiento al arroyo Aguada’i.
Más allá de la limpieza, el éxito de la iniciativa depende en gran parte de la ciudadanía, para que evite arrojar residuos a los cauces hídricos.