MOSCÚ. El mausoleo de Vladímir Lenin, el líder bolchevique y fundador de la Unión Soviética, cerrará mañana sus puertas al público durante dos meses para realizar los trabajos rutinarios de conservación de su momia, que se exhibe en la Plaza Roja de Moscú desde 1924.
Dejó «artículos como cargas de dinamita en espera de su momento bajo los decorosos cimientos del orden victoriano», escribe Montserrat Álvarez sobre el teórico anarquista Piotr Kropotkin (Moscú, 9 de diciembre de 1842-Dmítrov, 8 de febrero de 1921), a quien, en la víspera de su centenario luctuoso, recordamos con este artículo.
¿Es el espacio académico, como algunos pretenden, inmune a las ideologías y, por lo tanto, el único que permite un conocimiento riguroso?
El pasado es una herramienta tradicional de manipulación ideológica en Paraguay, donde el nacionalismo burgués creó en torno a las figuras del dictador Francia y de los López todo un culto a la personalidad del héroe que aún estorba el desarrollo de un pensamiento crítico sobre los procesos históricos. Avanzando en esa necesaria dirección, el historiador Ronald León Núñez explica en este artículo por qué los mitos no pueden combatirse con otros mitos.
Tras la refrescante liberación de esa mirada estrecha del sentido común que da por sentado que las cosas existen fuera de la mente por mero hábito, la filosofía parece haber quedado, sin querer, encerrada en un escepticismo exquisito pero claustrofóbico, incapaz de alcanzar ninguna realidad extramental u objetiva. Frente a esto, se buscan salidas y grietas a veces tan brillantes como extrañas. El animal, el psicótico –figuras del encierro en la correlación– o el «acontecimiento» –irrupción de lo absolutamente imprevisible que rompe la cadena causal– están entre las bellas e inquietantes sombras que, invocadas por algunas de las grandes voces del «nuevo realismo», recorrieron la semana pasada corredores y anfiteatros durante el coloquio internacional de filosofía COSAS EN SÍ. Desde París, en exclusiva para El Suplemento Cultural.
KIEV. Fragmentos de la estatua de Lenin derribada anoche por los opositores en Kiev fueron puestos hoy a la venta en varias páginas web ucranianas a unos 6,25 dólares el kilogramo de cuarcita como precio de partida.