SAN PEDRO. Pobladores de Potrero Naranjo, comunidad rural de la capital departamental, lamentan la precariedad de la salud pública, una situación que lejos de curar, enferma a la población. Un pequeño rancho con peligro de derrumbe es el puesto de salud, y aunque realizan ventas de comidas y torneos de fútbol para mantener el local no pueden afrontar los gastos.
Los espacios más castigados por la falta de mantenimiento de fondo y solución en la escuela nacional Juan Ramón Dahlquist ahora tienen carteles para señalar vigas agrietadas, revoques caídos, tejuelas desplazadas y hasta plantas que crecen en los hoyos de goteras.
A cuatro meses de haberse iniciado las actividades académicas, varias instituciones educativas de San Juan Bautista se encuentran en deplorable estado en materia edilicia. Los docentes y alumnos se tienen que ingeniar para tener un lugar confortable para dar clases y las incomodidades aumentan en días de lluvias porque los techos de aulas tienen goteras. Uno de los docentes hasta ironizó afirmando “llueve más adentro que afuera”.
La Municipalidad de Villarrica por fin refaccionará un pabellón completo con cinco aulas que desde hace dos años se encuentra clausurado por peligro de derrumbe en la escuela Curuzú Francisco. Mientras tanto, los alumnos desarrollan sus actividades escolares en la cocina-comedor y en la biblioteca. La inversión será de unos G. 325.000.000 y debe culminar en un plazo de 90 días.
Los estudiantes de la escuela Curuzú Francisco del barrio San Blas de Villarrica sentaron postura de que ya no volverán a utilizar las precarias “aulas carpa” proveídas por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) ante la clausura de un pabellón entero por peligro de derrumbe. La Municipalidad se comprometió a refaccionar, pero no hay esperanzas de que las obras se inicien pronto.
Cansados de utilizar las precarias carpas proveídas por el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para desarrollar las actividades educativas en la Escuela “Curuzú Francisco” de Villarrica, anunciaron que cerrarían la institución si no se refaccionan las aulas que se encuentran clausuradas por peligro de derrumbe. Los alumnos se niegan a volver a utilizarlas y tienen clases en el comedor.