Kerameikos, el barrio anticrisis de Atenas

ATENAS. La crisis financiera ha cambiado Atenas. Todo es político, también tomar un cafecito.

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Muy cerca del imán turístico de la Acrópolis seduce un nuevo mundillo cultural que hace de la capital griega uno de los lugares actualmente más fascinantes de Europa.

Con un fuerte sonido metálico se abre la puerta de acero pintarrajeada de grafiti. "Bienvenido", dice Zachos Varfis mientras señala el terreno situado detrás de la puerta en el barrio de Kerameikos: árboles y arbustos recién plantados, mesas de madera con bancos y detrás una pista de skate, la Skatebowl Latraac, que se asemeja a un escenario cuyos lados han sido doblados hacia arriba.

La instalación incluye un café desde donde uno puede observar a los patinadores. "Cuando vinimos aquí, todo era una sola ruina", cuenta el arquitecto con su cabellera rizada negra mientras extiende los brazos.

Durante mucho tiempo, esta área no tenía un gran desarrollo pero esto ya ha cambiado: se han abierto galerías de arte y cafés. "No es de extrañar, porque el alquiler es bajo y hay mucho espacio desaprovechado en este céntrico barrio", explica Zachos.

 

Kerameikos está situado a solo 15 minutos andando hacia el norte de la Acrópolis. El camino pasa junto a casas cuyas paredes están llenas de grafiti. Hoy hay mercado en la calle Leonidou. Los campesinos promocionan sus productos: naranjas, patatas, granadas y nueces.

En el BIOS, un centro cultural y de música con un elegante café, hay hipsters sentados delante de sus MacBooks tomando café frappé. A la vuelta de la esquina, en medio de la acera, un drogodependiente fija con una mano un cinturón en el muslo y con la otra se pone un chute. A sus espaldas resplandece la Acrópolis.

Kerameikos y barrios adyacentes como Gazi recuerdan un poco al Berlín después de la reunificación alemana en la década de los 90. Artistas y activistas se adueñan de la ciudad desmoronada con sus casas deshabitadas aprovechando los bajos alquileres y precios del suelo. Así conquistan un espacio para experimentar y desarrollar su creatividad. Justamente lo que falta en muchas grandes ciudades europeas y lo que tarde o temprano atrae a los turistas, como en Kerameikos.

Sin embargo, el motivo del activismo ateniense es amargo: ya nadie confía en el Estado. "Es como si te hubieras enterado de que tienes una grave enfermedad", dice Costis Peikos al describir el estado de ánimo de los atenienses. "Como primera reacción, uno se siente triste, después furioso y finalmente uno se resigna. Estamos en esta última fase. La crisis nos ha convertido en personas amargadas y cínicas", relata Costis.

Junto con unos amigos, Costis está sentado en el "Laika", un restaurante de moda en Kerameikos. Aquí se sirven queso Manouri a la plancha con un chutney de pimentón dulce, carne de cerdo con miel, mostaza de Dijon, puré de habas fava, cebollita tierna y salsa de stifado. La gente conversa, come, bebe y fuma, todo a la vez. Todas las mesas están ocupadas.

No se trata de una excepción. Atenas es una ciudad animada donde los cafés están llenos de gente día y noche. Hay un ambiente de jolgorio que es motivo de envidia para muchos turistas que visitan esta ciudad. Las calles están llenas de vida.

La bebida favorita de los atenienses es un café frappé o su variante más moderna, el Freddo Cappuccino. Un café fuerte, negrísimo, como frappé con polvo de nescafé batido y cremoso y leche condensada, o como Freddo con expresso y espuma de leche fría. En todo caso siempre con cubitos de hielo. La bebida es tan fuerte que siempre se puede diluir con agua, algo práctico cuando uno no puede permitirse más que un café y aun así quiere salir a divertirse.

Un ateniense no se puede quedar en casa y entregarse a la depresión. Tiene que salir al café y animarse junto con sus amigos contando chistes sarcásticos sobre la situación del país.

A 15 minutos en taxi del barrio de Kerameikos se encuentra el Stavros Niarchos Foundation Culture Centro (SNFCC). Se trata de un centro cultural recientemente abierto, instalado en un novísimo edificio de cristal y acero que actualmente alberga la biblioteca central y la ópera de Atenas. El edificio se encuentra en una colina frente a las puertas de la ciudad y ofrece una maravillosa vista panorámica del mar, del puerto de El Pireo y de Atenas.

Lo mejor del centro cultural SNFCC es el gigantesco parque lleno de arbustos de romero y tomillo, y de nudosos olivos grandes trasplantados a este lugar. Hay áreas para juegos infantiles, una pista de footing, varios cafés y por todos lados WiFi gratis. En Atenas el turista no solo puede ver los famosos tesoros de épocas pasadas, sino también, si quiere, la crisis de la actualidad. Información básica: Atenas.

Destino: El viaje en taxi desde el aeropuerto de Atenas al centro de la ciudad dura unos 45 minutos y cuesta 38 euros (47 dólares). El viaje en metro cuesta diez euros (12 dólares). Los trenes salen cada media hora, siempre que no haya una huelga otra vez.

Direcciones: Centro cultural BIOS, Pireos 84 (www.bios.gr), Stavros Niarchos Foundation Culture Center (https://www.snfcc.org/default.aspx), Latraac Skatebowl, Leonidou 65 (http://www.latraac.com), restaurante "Laika", Pellis 30, Louis Cafe, Leonidou 87.

Informaciones: Marketing Greece, Voukourestious 20, 10671 Atenas (Tel. 0030/210/364 90 84, email: contact@discovergreece.com, www.discovergreece.com).

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