Un proyecto de comunicación global y emocional para ser lanzado al espacio

SEVILLA. Estudiantes de la Universidad Loyola y de la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile de las asignaturas ‘Pensamiento Creativo’, ‘Estética y apreciación artística’, ambas de Loyola, e ‘Innovación y Emprendimiento’ de la universidad chilena, han grabado más de una hora y media de contenido de audio.

El proyecto de investigación para el desarrollo tiene el fin de crear un mensaje universal y trascendente que muestre quiénes somos y explore ideas para mejorar el mundo a través de la comunicación positiva y la emoción humana y pueda ser lanzado al espacio.
Estudiantes de la Universidad Loyola de Sevilla y de la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile impulsan un proyecto de comunicación global y emocional para ser lanzado al espacio.UNIVERSIDAD LOYOLA

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Un proyecto de investigación para el desarrollo con el fin de crear un mensaje universal y trascendente que muestre quiénes somos y explore ideas para mejorar el mundo a través de la comunicación positiva y la emoción humana y pueda ser lanzado al espacio con el fin de que algún día, alguna otra vida inteligente pueda recibirlo, según informa en una nota de prensa la Universidad Loyola.

Se trata de un proyecto patrocinado por CaixaBank en el que participan las dos universidades.

Un total de 235 estudiantes, en un programa mixto, dirigido por el profesor titular de la Universidad Loyola, Paco Pérez Valencia, y que incluye a tres profesores con vinculación directa (Abraham Parrón, de Loyola, y Javier Orellana Landaur y Roy Brayson, de Chile), más otras áreas técnicas y académicas de ambas universidades en el marco del programa COIL (Collaborate On Line International Learning).

Según declaraciones del director del proyecto, artista y profesor doctor de la Universidad Loyola Paco Pérez Valencia, “se trata de un esfuerzo de mentes brillantes, que aspiran desde la cooperación de conocimientos, de forma transdisciplinar, a soñar a lo grande, a traspasar límites creativos, desde la Ciencia, las Humanidades y el Arte, con la generosidad de los que aman el mundo.

Un proyecto abierto, sensible, emocionante, con distintas áreas de conocimiento en acción, que busca lo mejor de nosotros, con nuestras singularidades al servicio de un bien común: nuestro mundo”.

Los estudiantes proceden de diversos grados de la Universidad Loyola: Grado en Comunicación (y los dobles con ADE y Relaciones Internacionales), Grado en Creación y Producción Musical, Grado en Artes Escénicas y Cinematográficas, Grado en Creación de Videojuegos y Animación Digital.

Un proyecto de comunicación global en un disco

Igualmente, los estudiantes de la Universidad del Desarrollo cursan el Grado en Arquitectura.

El proyecto se materializa en un disco de más de hora y media de duración con contenidos de audio musicales, reflexiones, ideas, pensamientos y emociones y se presentará próximamente en un evento en Sevilla.

Será la Agencia Espacial Española la que valore el soporte vehicular final de sus contenidos y los Observatorios Cerro Calán de Chile recepcionarán posteriormente las ideas registradas.

Las líneas editoriales de los contenidos, las aptitudes buscadas y los objetivos contienen temas tan diversos como ideas para mejorar el mundo, la escucha de los mayores, la belleza, el valor de los pequeños detalles, el humor, la búsqueda de la verdad, la libertad creativa, la ética, el entusiasmo, la vocación de servicio, entre muchas otras.

Un proyecto de comunicación global continua el Proyecto de Carl Sagan en 1977

La idea parte de cuando en 1977 los estadounidenses lanzaron dos sondas espaciales a la infinitud del espacio, las Voyager I y II. Son los dos objetos hechos por la mano de la humanidad que se encuentran más lejos de la Tierra.

Ambas naves contienen un mensaje que dice quiénes somos.

Carl Sagan, un respetado comunicador científico y responsable del mensaje, pensó que quizá un día, una fuente de vida extraterrestre lo suficientemente inteligente podría encontrar alguna de las dos naves y se volcó en el fascinante esfuerzo de buscar el relato, los contenidos de ese mensaje.

La tecnología permitió hacerlo con 90 minutos de grabación sonora y 118 imágenes. El último minuto de grabación sonora contiene una historia de amor.

Ahora en 2023 un grupo de estudiantes soñadores retoman ese último minuto y explora el desarrollo de ese mensaje desde esa historia de amor que finalizaba el proyecto de Carl Sagan.

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