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El presidente de la República Mario Abdo Benítez se unió a los anteriores mandatarios que utilizaron los consulados para pagar favores políticos partidarios. El hecho resulta aún más bochornoso atendiendo que los “beneficiarios” reconocen que asumirán un cargo cuyas altas responsabilidades ignoran totalmente. Es más, el recientemente designado cónsul general en Buenos Aires, Héctor Rubén Figueredo Notario, manifestó incluso que le tomó por sorpresa la designación porque esperaba otro cargo. No obstante, percibirá un sueldo mensual de G. 35 millones aproximadamente si llega a asumir el cargo.
Figueredo Notario, presidente de seccional de Carapeguá y excandidato a gobernador por Colorado Añetete, fue designado cónsul general en Buenos Aires por Decreto N° 1019 de fecha 27 de diciembre pasado. Reemplazará en el cargo a Edilberto Vicente Cantero Escurra, político colorado y exsíndico de Copaco.
Según los antecedentes, Cantero Escurra fue imputado en marzo del 2009 por lesión de confianza por el fiscal Martín Cabrera. Fue en el marco del caso que indagó el incumplimiento de un acuerdo con T Systems para la actualización tecnológica del sistema de facturación de la telefónica estatal.
Según la Fiscalía, Cantero Escurra demostró con documentos que no tuvo participación en el caso y fue sobreseído definitivamente.
Intendente de Horqueta
En noviembre del año pasado el exintendente de Horqueta Arturo Urbieta (ANR, excartista) fue designado cónsul de segunda clase en Ponta Porá, Brasil, tal vez como “premio” por haber abandonado Honor Colorado y pasado a filas de Añetete. Consultado si sabía qué función cumple un cónsul, no supo dar una respuesta, pese al cantinfleo al que incurrió en una entrevista concedida a Radio ABC Cardinal 730 AM.
Un cónsul de segunda clase percibe entre G. 21 millones y G. 26 millones, según la planilla de funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores.
La ley del Servicio Diplomático 1335/99 señala en el Art. 10 que los cargos consulares deben ser ocupados por escalafonados.