Piña - Dr. P. M. Gibert

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La piña es un cultivo originario del Paraguay, noreste de Argentina y centro y sureste de Brasil. Con la implementación de las buenas prácticas agrícolas; además de nuevas variedades, tecnología y embalaje, se ha mejorado el cultivo y abierto mercados para nuestras frutas. Se consume en fresco, jugos, dulces, mermeladas y deshidratados.

A nivel local, el cultivo de piña se da muy bien en la zona Central, Caaguazú, Paraguarí y Cordillera. Tiene un buen desarrollo en aquellos suelos cuya textura es semiarenosa, o areno-arcilloso-limosa; además de tener un buen drenaje y ser permeables con un pH de 5 a 6. Se debe evitar la siembra en aquellos suelos que tienen consistencia arcillosa de mala estructura y con poco drenaje. El Ing. Miguel Blanco del IPTA nos comenta que las variedades de piña que se están cultivando son: abacaxi, que es la tradicional entre los productores, boituva amarelo o piña boliviana, más cultivada en el norte (Horqueta), y la cayena lisa, en menor proporción. Las nuevas técnicas en sistemas de cultivo permiten satisfacer las necesidades del mercado, que es muy selectivo para cada destino. Esto último teniendo en cuenta los requerimientos de los países que importan nuestra fruta, que tienen exigencias sanitarias en presentación y embalaje.

REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS

La planta de piña se desarrolla muy bien en las regiones tropicales y también en las subtropicales. Por eso es fundamental tener en cuenta la temperatura, que es uno de los factores determinantes en el crecimiento de las diferentes partes de la piña. Se debe considerar que el crecimiento de las raíces y hojas es prácticamente imposible a temperaturas menores de 20 °C y a mayores de 35 °C. Se ha observado que un mayor crecimiento en la planta se da cuando la temperatura ambiente está entre 30 °C y 31 °C; y el desarrollo óptimo se da cuando la temperatura oscila entre 24 °C y 27 °C. También se puede utilizar la técnica de cultivo de los brotes primarios en arena lavada.

Además de la temperatura, la planta necesita buena insolación durante su periodo de crecimiento; por lo que hay que evitar que en esta etapa se tenga la sombra de árboles en los cultivos.

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PREPARACIÓN DE CULTIVO

La piña necesita labores especiales unos seis meses antes de su plantación. Hay que realizar una limpieza de terreno y prepararlo para cultivar abono verde, o cualquier otra leguminosa. Con esta técnica, además de abonar el suelo incorporando materia orgánica y nitrógeno, se evita el enmalezamiento del terreno. Estas precauciones se toman cuando el cultivo se realiza entre los meses de febrero y marzo. Debido a que la piña es poco resistente a largos períodos de viento, es recomendable que la periferia del terreno cuente con rompevientos. Algo recomendable para ello es el cultivo de kumanda yvyra'i. Esta planta no solamente sirve de reparo, sino que también las hojas se comportan como abono orgánico, y sus frutos para la alimentación humana y animal. Cuando los vientos son persistentes, el tamaño de la piña disminuye un 25 %; además, si estos están acompañados de lluvias, las heridas producidas por el viento en la planta de piña facilitan la proliferación de hongos.

PROPAGACIÓN

El cultivo de la piña se realiza por propagación mediante brotes o por corona. También se puede aplicar otra técnica utilizando la siembra de las hojas bajas puestas a germinar en la arena lavada. Estas experiencias las hemos realizado con la ayuda de técnicos de la Misión Técnica de Taiwán, como el Ing. Esteban Lee. En nuestro medio, lo más común es utilizar los brotes, que son producidos por las piñas al año y medio de su desarrollo.

Las coronas son utilizadas cuando se quiere obtener una rigurosa selección de material de propagación. Con esto se logra que los frutos sean más grandes y tengan un tamaño uniforme, algo muy valorado en caso de exportaciones.

Cuando se trabaja con brotes, la plantación de estos se puede realizar en cualquier época del año. Pero lo recomendable es plantar de tal manera que el máximo desarrollo de la planta coincida con el invierno para que los frutos estén disponibles antes de diciembre. Cuando no se dispone de material selectivo para la propagación, se puede realizar una siembra antes del invierno. Los socos son utilizados solamente como semillas cuando se trata de variedades que no producen brotes, como ocurre en algunos tipos de piña como la cayena lisa. Se ha determinado que con cualquiera de las técnicas que se utilicen en la producción de piña la deficiencia de nitrógeno retrasa el crecimiento de las plantas; incluso, algunas sufren el enraizamiento y amarillado de las hojas, lo que afectará tanto el tallo como la fruta. Hay que tener cuidado con la deficiencia de fósforo que en nuestro medio es muy común. Esto puede ser causa de una baja producción final de las frutas. Si hay carencia de potasio, van a parecer puntos amarillentos en las hojas.

PLANTACIÓN

Una vez preparado el suelo, se construyen los tablones de acuerdo al sistema de siembra que se va a utilizar, es decir, de hilera simple o doble hilera. En cualquiera de los casos, el tablón tiene que tener más de 25 cm de alto para tener un colchón de tierra mullido que permita el buen desarrollo de las raíces.

La cayena lisa en hilera siempre se planta a una distancia de 80 cm entre surcos y 35 cm entre plantas, lográndose 30.000 planta por hectárea.

Si se realiza la plantación en doble hilera, habrá 45 cm entre plantas y 60 cm entre ellas. Los surcos estarán separados a unos 110 cm para permitir el trabajo de raleo y limpieza a ambos lados del cultivo. La semillas que van a ser utilizadas se deben tratar con un insecticida fosforado y mezclado con un fungicida. Si es un cultivo orgánico, se deben seguir las normas establecidas utilizando elementos vegetales, como la semilla y hojas de paraíso como insecticida.

MANEJOS CULTURALES

Una vez establecido el cultivo, se deben realizar carpidas cada dos, sin introducir tierra en el corazón de la planta mientras se realiza la operación. Si la plantación fue realizada en un terreno con pendiente, la siembra debe ser un poco más profunda para evitar el arrastre de las aguas en los días de lluvia.

Para una mayor protección del cultivo y mejor manejo del mismo, hay que poner en los tablones cobertura de materia vegetal muerta o también se puede recurrir al plástico.

Una técnica aconsejable es la de utilizar los restos del corte de pasto de hojas o cualquier material orgánico, el cual se pone en el espacio entre surcos. Así, con el caminar se va aplastando y descomponiendo de tal manera que al mes se puede subir al tablón como abono y protector del cultivo. Con estas técnicas de cobertura se disminuye la carpida, el ataque de las malezas y se produce materia orgánica.

Hay que proporcionar agua de riego en la época de sequía. Si bien la piña es una planta que resiste la falta de agua, esto paraliza su desarrollo. Por lo tanto, debe suministrarse agua, ya sea por aspersión o goteo. Se debe recordar que la piña requiere de 15 a 18 mm de agua cuando es por goteo, y 85 mm de agua, si es por aspersión. Ambas cantidades deben ser consideradas en forma semanal

PROPIEDADES MEDICINALES

El zumo de la piña es un excelente diurético, más aún cuando esta no ha alcanzado su total estado de madurez. Además se emplea para eliminar parásitos intestinales en los niños. Para evitar la tos persistente, se calienta medio vaso el zumo que piña, al que se le agrega media taza de agua y dos cucharadas de miel de abeja. Es muy buen antiinflamatorio general. De la fruta se extraen productos que son utilizados en la producción de antiinflamatorios de venta en las farmacias.

La educación es la base del desarrollo de las comunidades. “p. m. g.”.