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Comer saludablemente va más allá de ayudarnos a conseguir una buena figura. Existen evidencias de que el hecho de respetar las recomendaciones nutricionales mejora el funcionamiento del sistema inmunológico contra enfermedades respiratorias, bacterianas, entre otras.
Con una buena alimentación podemos prevenir enfermedades, porque el sistema inmune posee células que, como cualquier otra célula del organismo, se sirven de los nutrientes que ingresan a través de la alimentación y aumentan su actividad.
Este enfoque de la “inmunonutrición” está basado en que la dieta, entre otros factores, condiciona los mecanismos de defensa. Así como el organismo necesita energía y nutrientes, las células del sistema inmunológico los necesitan para proporcionar una adecuada función protectora.
Nutrientes que fortalecen el sistema inmune
Son por lo menos seis los nutrientes que no pueden faltar de la alimentación habitual. Pero, atención, porque tampoco pueden consumirse en exceso, ya que está demostrado que el consumo de cualquier nutriente en exceso provoca prácticamente el mismo efecto que su deficiencia: hace que se deprima el sistema inmune porque las células necesitan solo una determinada cantidad y no su acumulación, ya que esto puede ser perjudicial.
Los seis nutrientes que ayudan al sistema responsable de controlar las agresiones que producen las bacterias, los virus y los parásitos son:
- Las vitaminas A, E y C.
- Los minerales zinc, cobre, hierro, magnesio y selenio.
- Los ácidos grasos omega 6 y omega 3.
- Las calorías necesarias según la edad, la actividad física y la contextura.
- Las proteínas de alta calidad, como las que aportan la carne, la leche, las legumbres, la soja, el queso y algunas combinaciones de alimentos, como cereales con legumbres.
Deberíamos tratar de incorporar más frutas, verduras, aceites vegetales, pescado y frutos del mar, y alimentos integrales, como los cereales o los panes, que está demostrado que proporcionan beneficios para la salud en general y para aumentar las defensas del organismo, en particular.
Los probióticos
Además de esos alimentos, es importante incluir también alimentos como yogures, quesos o cualquier leche fermentada, porque incluyen bacterias que mejoran el tracto intestinal y refuerzan el sistema inmunológico.
Esos productos aportan probióticos, microorganismos vivos que tienen un efecto beneficioso en la persona que los consume, especialmente contra las diarreas por bacterias y virus. Los probióticos mejoran la producción intestinal de anticuerpos, que alcanza a la mucosa de los bronquios y las glándulas mamarias.
La idea de que muchos alimentos aumentan la inmunidad en la mucosa respiratoria es muy útil en esta época de brotes de enfermedades respiratorias.
carososky@hotmail.com