Los amotinados, que tomaron las cárceles de San Pedro, en La Paz, y de San Antonio y San Sebastián, en Cochabamba (centro), reclaman que los detenidos más ancianos y aquellos que están sin sentencia hace más de 36 meses se beneficien de la libertad domiciliaria o condicional, en el caso de la cárcel de la capital, y que el dinero para la alimentación diaria sea desembolsado rápidamente, en los casos de Cochabamba.
Ambos asuntos tienen relación con el “insostenible hacinamiento de las cárceles bolivianas”, explicó Llanos.
Según LLanos, los detenidos también reclaman ampliar el número de beneficiarios de una ley de indulto que estudia el gobierno del presidente Evo Morales y que estaría lista antes de las fiestas de Navidad.
“Se espera que (esa norma) beneficie a 2.000 personas, mientras que el proyecto inicial contempla sólo 400 favorecidos”, precisó el director.
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Hay actualmente detenidas en Bolivia unas 13.840 personas. Según Llanos, en 2012 hubo 2.000 nuevos ingresos, agravando los problemas de hacinamiento existentes.