Modificar el PGN 2022 en años electorales pondrá en riesgo las cuentas fiscales, alerta Dende

En la fundación Desarrollo en Democracia (Dende) se analizó ayer el proyecto de Presupuesto General de la Nación (PGN) para el ejercicio 2022 y hubo coincidencia en que la modificación del plan de gasto en años electorales podría poner en riesgo permanente las cuentas fiscales. Ante este panorama consideran que el Congreso debe respetar los topes de gastos, no aumentar los salarios y diminuir el costo de la deuda pública, entre otros puntos.

Yan Esperanza, Ella Duarte, César Barreto y el ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, durante el debate realizado ayer sobre el PGN 2022 (Gentileza).
Yan Esperanza, Ella Duarte, César Barreto y el ministro de Hacienda, Óscar Llamosas, durante el debate realizado ayer sobre el PGN 2022 (Gentileza).

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La entidad privada dio a conocer este jueves un informe con las conclusiones del debate realizado el miércoles sobre el proyecto de PGN 2022 y del cual participaron el ministro de Hacienda, Óscar Llamosas; el ex ministro de Hacienda y economista, César Barreto y la analista Ella Duarte Aranda; el titular de Dende, Albeto Acosta Garbarino, y como moderador, Yan Esperanza.

La nota señala que el estudio y aprobación del Presupuesto General de la Nación en años electorales como los que se realizarán en lo que resta de este año y en los próximos dos años genera una mirada de alerta ante la necesidad de mantener el déficit fiscal controlable, atendiendo a que, si bien la pandemia se está atenuando sus efectos en la economía aún seguirán por un tiempo.

Afirma que los participantes coincidieron en la necesidad de que el Congreso Nacional respete los topes de gastos previstos por Hacienda y, principalmente, no caiga en la tentación de otorgar aumentos salariales, u otro tipo de concesiones prebendarias, o ceder a pedidos de reivindicación social que podrían poner en riesgo las cuentas fiscales de forma permanente.

Barreto indicó la necesidad de que se vuelva a un endeudamiento con menor costo para el Estado, tomando préstamos de organismos multilaterales y disminuyendo la emisión de bonos en el mercado internacional, de manera a bajar el nivel de deuda y que se pueda hacer frente a nuevos shocks que podrían darse en el futuro, tanto a nivel sanitario como climático, expresa el informe.

“El tema de Itaipú es gravitante en lo que nos pueda pasar en la próxima década. Si tenemos más recursos o no de Itaipú hace la gran diferencia respecto a que podamos hacer más inversiones en servicios públicos en la próxima década”, destacó y puntualizó la necesidad de acelerar el proceso de convergencia hacia el tope del déficit fiscal del 1,5% del PIB establecido en la Ley de Responsabilidad Fiscal.

Dijo que Hacienda presentó un proyecto de presupuesto 2022 “de transición” razonable, por lo cual insistió en que el Parlamento respete los montos establecidos, porque si priman los criterios políticos electorales puede ser complicado. También hizo hincapié en que la institucionalidad pública es endeble, con un ingreso per cápita bajo y un ritmo de crecimiento lento, por lo cual las reformas son fundamentales para ir mejorando la productividad y el ingreso per cápita.

Presupuesto ejecutable

El ministro Llamosas, por su parte, manifestó que después de la pandemia es imposible creer que todo va a volver a la normalidad, y aunque muchos sectores consideran que como la situación sanitaria está controlada empiezan a surgir nuevamente demandas que, si bien podrían hasta ser hasta razonables, lo cierto es que la situación fiscal no está para atenderlas.

“El pedido que le hacemos al Congreso es que respete los topes para que tengamos un presupuesto medianamente ejecutable y finalmente no generen falsas expectativas”, apuntó el titular de la cartera fiscal de acuerdo con el informe.

Asimismo, añade el material, que desde la cartera se viene planteando una agenda importante en materia de leyes que pueden ayudar a mejorar la eficiencia del gasto público, como el proyecto de ley de Servicio Civil, el proyecto de ley de Compras Públicas y otra de fortalecimiento fiscal que implica una reforma a la Ley de Responsabilidad Fiscal en este periodo de transición, con un tope a la deuda de 40% máximo dadas ciertas situaciones.

Destacó que este presupuesto fue elaborado con prudencia, manteniendo las restricciones en los gastos y respetando las reglas fiscales, viéndose reflejados en la reducción gradual del déficit fiscal, y el congelamiento de los salarios públicos, a excepción de los docentes y el efecto del ajuste del salario mínimo legal.

Reforma del gasto

Duarte, a su vez, expresó la necesidad de que se mire a mediano plazo en una verdadera reforma del gasto público y que el Estado genere capacidad de ahorro, enfocando la inversión no solo en obras de infraestructura sino también en atender a la clase media y a la formación de capital humano. Además, señaló la necesidad de mirar los ingresos tributarios, sin generar estrés en los aportantes.

El titular de Dende, Acosta Garbarino, recordó que la ley de Presupuesto General de la Nación es la normativa donde se ve reflejado todo lo que se escucha en los discursos políticos y se plasma la verdadera intención del gobernante, a través de cuánto se destina a inversión en salud, educación y obras, así como a seguridad y se ve quiénes son los beneficiarios del gasto público, así como cuán desarrollista es el Gobierno de turno.

Resaltó la necesidad de mantener los gastos en salud, y armonizar el equilibrio en la inversión sanitaria y de obras públicas, pero reduciendo el déficit fiscal.

Speranza afirmó que hay que estar atentos a los periodos electorales, a pesar de que se ha logrado un respeto a la Ley de Responsabilidad Fiscal; y también que se debe apuntar a que cualquier mejora en la calidad del gasto se vuelque en mejores servicios públicos, menciona finalmente la nota de Dende.

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