Aniversario de Toro Pampa en medio de una dura sequía

La próspera comunidad, distante a unos 65 kilómetros de la capital departamental, cuenta con una población superior a los 1.000 habitantes y se halla en permanente desarrollo debido a la ubicación estratégica. Uno de los principales problemas con los que deben lidiar estas personas es la carencia de agua, como la que están soportando desde hace varios meses.

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Esta población, como tantas otras de este distrito, cuenta con tajamares y sistema de reservorios de donde se proveen del vital líquido las familias; sin embargo, en cada temporada de sequía, por la falta de lluvias, quedan secos, por lo que las personas deben ser asistidas con el acarreo de agua desde Fuerte Olimpo.

El intendente electo en los comicios de este domingo, Moisés Recalde (ANR), oriundo de esta población, dijo que una de sus prioridades más urgentes es la de encontrar soluciones a la problemática del agua en todas estas localidades.

“Nosotros, que vivimos en esta zona, sabemos y vivenciamos con cada temporada de sequía la carencia del vital líquido. Es una situación que denigra a cualquier ser humano, ya que es muy triste ver a las personas clamando por agua en pleno siglo 21, es por eso que será una de las prioridades fundamentales de mi gobierno”, dijo el intendente electo.

Toro Pampa se ubica en un lugar estratégico del distrito, ya que por este sitio pasa el principal camino que conduce a varias comunidades del departamento de Alto Paraguay y también es vía de salida hacia otras regiones del país; es más, la nueva ruta bioceánica dista a solo 75 kilómetros.

Actualmente, dentro de la población se puede observar la existencia de numerosos comercios, lo que da cuenta del crecimiento paulatino que experimenta. Sin embargo, la comunidad no puede aún solucionar el problema de tierras, atendiendo a que las familias están asentadas dentro de una propiedad de 200 hectáreas pertenecientes a un ganadero brasileño, quien ya habría donado el lugar, pero no se logra finiquitar la documentación para que las personas pueden tener sus respectivos títulos de propiedad.

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El 12 de octubre de 1972, la empresa Carlos Casado, dueña original de estas tierras, logra asentar en el sitio a unas pocas familias que se dedicaban a la extracción del quebracho, que por entonces abundaba por la zona, a fin de ser procesado en la fábrica de Casado para la elaboración del tanino.

A principios del año 1987, la empresa se declaró en quiebra, por lo que varias poblaciones como la de Toro Pampa, que dependían de esta actividad, se convirtieron en pueblos fantasmas. Los pocos pobladores que permanecieron en el sitio lograron en base a mucho sacrificio hacer progresar a la comunidad.