Para Dinatran, llama la atención que Argentina dilate permiso para ingreso de buses

“Ayer pedimos que no se dilate tanto teniendo en cuenta que ya está todo previsto y hay pasajes vendidos para el 15 de noviembre”, arrancó diciendo Carlos Raúl Peralta, director de Gabinete de la Dirección Nacional de Transporte (Dinatran). Recordó que la demanda para viajes en bus a la Argentina, es mucha.

“Ellos (autoridades argentinas) manifestaron que era imposible iniciar el tránsito porque tenía que haber una reunión con el gabinete de dicho ministerio y que les iba a llevar tiempo”, dijo.

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“Tienen que emitir medidas administrativas entre sus instituciones. Entendimos que simplemente esa burocracia interna es la que nos está retrasando. Nos manifestaron que el corredor seguro es Encarnación-Posadas, que por ahí se daría inicialmente el servicio”, explicó Peralta.

“Lo que pedimos es que se inicie el servicio, que por decisiones de ambas cancillerías se decidió reestablecer desde el 1 de noviembre, con lo cual Paraguay tomó las medidas necesarias internamente para que esto esté pronto para el 15 de noviembre y ahora tenemos este inconveniente”, lamentó.

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El director de Gabinete insistió en que la ansiedad de los compatriotas que quieren volver al país desde Argentina y de los empresarios es mucha, teniendo en cuenta que están paralizados desde hace más de un año a causa de la pandemia del covid-19.

“Esa fue la promesa que tuvimos. Internamente nos llama la atención que se esté dilatando. Hay mucha ansiedad de los que quieren viajar y del sector empresarial de ambas banderas, de reiniciar el servicio”, dijo.

La Dirección Nacional de Transporte (Dinatran) emitió ayer un comunicado anunciando que el servicio de transporte terrestre de pasajeros a Argentina, interrumpido desde el inicio de la pandemia de covid-19, finalmente no se reanudará el próximo lunes 15 de noviembre como fue anunciado previamente.

Las autoridades argentinas aludieron una necesidad de “cautela” en la definición de la logística a seguir. La noticia fue recibida como un “balde de agua fría” por la ciudadanía en general y los empresarios del transporte de larga distancia, que ya habían vendido de forma adelantada, cientos de pasajes.