Saltan indicios de sobrefacturación en la compra de un nuevo motor de INC

La INC adjudicó el 24 de noviembre último la provisión de un nuevo motor para el molino de crudo de Vallemí (Concepción), por G. 6.100 millones (US$ 903.703), a la empresa Electropar. En esta compra saltan indicios de sobrefacturación, porque según averiguaciones, la máquina no debería costar más de US$ 500.000.

En noviembre último, trasladaron a Vallemí el motor del molino viejo de Villeta, para que no se pare la producción. Ahora la INC compró un nuevo motor para Vallemí, que tardará en llegar.
En noviembre último, trasladaron a Vallemí el motor del molino viejo de Villeta, para que no se pare la producción. Ahora la INC compró un nuevo motor para Vallemí, que tardará en llegar.

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A través de una subasta a la baja electrónica donde compitieron solo dos empresas, la INC adjudicó el 24 de noviembre último la licitación para la “adquisición de motor asincrónico trifásico de media tensión de 3.500 kw con equipo rotórico y banco de compensación” (ID 395.027). Este motor se utilizará para reemplazar al que se averió en el molino de crudo de la línea industrial de Vallemí (Concepción), que dejó de funcionar hace 20 días.

El motor adquirido es de la marca “Helmke”, de Alemania, de iguales características a un motor que la cementera del Estado ya había comprado en 2008, por US$ 376.767, el cual se utiliza para el accionamiento del molino viejo de producción de cemento de la planta de Villeta (Central). Justamente, este motor que se compró hace 13 años seguía funcionando, pero se trasladó el mes pasado a Vallemí, para que no pare la producción de clínker (se usó en reemplazo del motor del molino de crudo averiado).

Llamativamente, el costo del motor Helmke que ahora compró la INC de Electropar (representado José René Pérez) tiene un precio de US$ 903.703, que es bastante superior a lo que pagó la empresa del Estado hace 13 años por una máquina similar. Según un sondeo de este diario, el precio del motor no puede pasar los US$ 500.000, incluyendo el flete, por lo que saltan indicios de una sobrefacturación en esta compra. Las empresas que facilitaron este presupuesto pidieron no ser identificadas, porque son proveedoras de la cementera y temen represalias.

Para el presidente de la INC, Ernesto Benítez, no existe una sobrefacturación e incluso señaló que creyeron que iba a ser más caro. “Pensamos que iba a ser mucho más caro, debido al incremento y disponibilidad de todos insumos utilizados en la fabricación de estos motores, las dificultades logísticas y los precios de los fletes, más todos los ensayos que se le tiene que hacer al motor”, expresó.

Insistió: “Realmente no creo que sea un precio irreal, por supuesto que tampoco es una ganga, pero no considero que esté sobrefacturado, ya que de ser así no lo íbamos a comprar”.

Cuando se le mencionó que en el mercado señalaron que el motor, incluyendo el flete, no puede costar más de US$ 500.000, pidió que se le revele la fuente de la información, porque a su criterio, este tipo de maquinarias “no se ofrecen en el mercado”, sino que “se fabrican sobre pedido y a medida”.

Para intentar justificar el alto precio, Benítez señaló que “no se compra solo un motor”, ya que “el pedido incluye una serie de condiciones de fabricación, pruebas, ensayos, accesorios, capacitaciones y acompañamiento técnico, entre otras cosas”.

Necesitan de motor para que funcione viejo molino

Recordemos que la INC tiene dos molinos para la producción de cemento en la planta de Villeta (uno “viejo” y otro “nuevo”). Pero el 20 de noviembre último, el titular de la INC ordenó que se desmantele el motor de accionamiento del molino viejo de cemento de esta planta, para trasladarlo vía terrestre a Vallemí, y que este ingenio se utilice en vez del motor de molino de crudo averiado de dicha fábrica.

Con esta “maniobra” se pudo reactivar la producción de clínker en Vallemí, pero se disminuyó la producción de cemento en Villeta, porque en esta planta solo quedó operativo el molino “nuevo” que proveyó la “superproveedora” Engineering, por US$ 12 millones, que no para de tener fallas.

Justamente, esta semana se suspendió la producción de cemento en Villeta, porque una vez más se detuvo el molino chino que la estatal compró de Engineering. Ayer volvió a parar esta máquina por sobrecalentamiento del motor y los técnicos de la cementera afirmaron que sería un molino usado que “se le enchúfó” a la INC.

En teoría, la estatal ya no debería necesitar que funcione el molino viejo para producir cemento en Villeta, tras las millonarias inversiones realizadas en esta planta, pero la producción no se sostiene solo con el molino chino que entregó la “superproveedora”.

Por esta razón, necesitan de un nuevo motor para Vallemí y que se pueda traer de vuelta a Villeta el motor del molino viejo, pues del mismo depende la producción de cemento, con lo cual se evidencia el fracaso de la inversión de los US$ 80 millones bonos soberanos.

Benítez fue el único titular de la INC que se animó a recepcionar el cuestionado molino. Los anteriores titulares no querían hacerlo.

Adjudicación récord a la más cara

La licitación para la compra del motor del molino de crudo de Vallemí de la INC se realizó a través de una subasta a la baja electrónica, en la cual se presentaron dos empresas. El 22 de noviembre último inició la etapa competitiva y se presentaron: Electropar, con la oferta más cara de G. 6.100 millones, por la marca alemana Helmke, y Ferretería Industrial SAE, que propuso G. 5.333 millones, por una marca brasileña. Ambas firmas presentaron sus ofertas de forma física el 23 de noviembre y al día siguiente ya fue adjudicada a Electropar. La ganadora recién debe entregar la máquina entre 12 a 14 meses.

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