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El expresidente de Ecuador Lenin Moreno, quien se encuentra como comisionado de la OEA instalando la oficina destinada a atender asuntos relacionados a la discapacidad, conversó con ABC Cardinal y brindó su visión como político regional sobre temas que como la delincuencia e inseguridad, el gran desafío para nuestras democracias en Sudamérica.
Refirió que el narcotráfico y la delincuencia extendieron sus tentáculos y van absorbiendo el continente, lo que describió como preocupante, sobre todo teniendo en cuenta que también van abarcando espacios gubernamentales, estableciendo mecanismos de soborno y coimas a autoridades militares y policiales.
Sostuvo que si bien no conoce la realidad paraguaya, eso está sucediendo en los países de América Latina en general.
Con respecto a la opción debatida hace años, de despenalizar el consumo de drogas de origen recreativo para quitarles el espacio ganado al narcotráfico, opinó que es un tema que corresponde fundamentalmente a médicos, sociólogos, siquiatras, etcétera, y no a los políticos.
“Los políticos deben nutrirse de esas experiencias para tomar decisiones finales”, analizó.
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Violencia es respuesta al combate
Expresó sus deseos de que Paraguay encuentre un mejor camino para evitar que el narcotráfico y el terrorismo se apoderen del territorio.
Recordó que en su país, el avance del narcotráfico en las estructuras del Estado se desarticuló cuando dio la disposición de que se haga un combate frontal a los narcotraficantes.
Señaló que en ese momento, la respuesta del crimen organizado fueron atentados y secuestros.
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“El tema es difícil no en Ecuador sino en toda América, los carteles de diferentes orígenes aparecen en espacios se apoderan. En Ecuador el sicariato está tomando vidas de manera permanente. En las cárceles hay enfrentamientos, masacres, entre facciones de cárteles”, describió.
Señaló que al igual que la corrupción, el narcotráfico “no lleva un letrero en la frente”, por lo que no es fácil reconocer a las personas que han sido permeadas.