Buscan la recuperación tras la peor zafra de la agricultura mecanizada

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Parcela de maíz zafriña 2022, en floración, tras la lluvias del jueves y viernes último.
Parcela de maíz zafriña 2022, en floración, tras la lluvias del jueves y viernes último.

La mayor parte de la superficie sembrada en la última campaña agrícola fue severamente impactada por la sequía, con una reducción de cerca del 60%, lo que significa la peor cosecha desde que comenzó la agricultura mecanizada, dijo el ministro de Agricultura, Ing. Agr. Santiago Bertoni, en el marco de un programa del IICA.

El Paraguay está enfrentando de manera activa, con una amplia gama de medidas paliativas, la situación que viven los productores agropecuarios debido a una histórica sequía que castigó al agro en el tradicional periodo estival que está feneciendo, según explicó en una entrevista el titular del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), ingeniero agrónomo Santiago Bertoni.

Comentó que justamente días atrás habló al respecto en un canal brasileño, en alianza con el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Explicó que las medidas propiciadas por el Gobierno incluyeron el otorgamiento de créditos, refinanciamiento de deudas y postergaciones de vencimientos impositivos y también, en el caso de los pequeños productores, ayuda directa para la compra de combustible y semillas.

Destacó que el agricultor paraguayo es muy resiliente y siempre sale adelante, como lo ha demostrado muchas veces en situaciones muy difíciles. “Todo el Equipo Económico y los gremios de la producción estamos trabajando con fuerza para que esta crisis sea dentro de poco tiempo, no solo un mal recuerdo, sino que también constituya una oportunidad para la implementación de mejores soluciones sostenibles para la producción agropecuaria”, dijo.

Admitió que el impacto de la sequía a nivel regional ha provocado desde hace más de dos años una bajante extrema e histórica en la cuenca del río Paraná –una de las más importantes de Sudamérica– y ha afectado la actividad económica también en Brasil y en la Argentina, además de Paraguay.

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También señaló que nuestra economía es eminentemente agrícola y no cuenta con litoral marítimo, por lo que implica costos adicionales cuando se realizan las importaciones de los insumos y las exportaciones de la producción. Destacó que entre todos los rubros, el de la soja, nuestro principal producto de exportación, la que más fue afectada con la falta de lluvias. Estimó que la mayor parte de las cerca de 3,5 millones de hectáreas fue severamente impactada por la sequía y se estima en forma preliminar que se produjo una reducción en la cosecha de cerca del 60%. “Este año tendremos probablemente la peor cosecha desde que comenzó la agricultura a gran escala”, sentenció.

Bertoni refirió que la sequía también afectó la producción ganadera, con la escasez de forraje y pasturas para el ganado, así como de agua para el abrevamiento.

Ministro de Agricultura y Ganadería Ing. Agr. Moisés Santiago Bertoni
Ministro de Agricultura y Ganadería Ing. Agr. Moisés Santiago Bertoni

Lluvias, justo a tiempo

“Afortunadamente en las últimas semanas tuvimos más lluvias y esperamos que mejore un poco la situación antes del invierno”, indicó.

En otro orden, admitió que el conflicto entre Ucrania y Rusia agrega incertidumbre a nuestro país, ya que Rusia compra entre el 25% y el 30% de las exportaciones pecuarias paraguayas.

Por otra parte, el titular del MAG aprovechó para elogiar el trabajo del IICA, en la articulación de un mensaje convergente de los países de las Américas para la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021 de las Naciones Unidas.

Reverdece la esperanza en el agro tras lluvias, afirman

Con las recientes lluvias el campo empieza a reverdecer nuevamente, porque la campaña sojera 2021-2022 está siendo un poco peor de los estimado inicialmente, ya que registró un rendimiento promedio de entre 900 y 1.000 kilogramos de granos por hectárea, comentó el presidente de la Coordinadora Agrícola el Paraguay (CAPy), Ing. Agr. Héctor Cristaldo. Anunció que la cosecha resultó muy por debajo del peor desempeño que tuvo hasta ahora la oleaginosa en Paraguay, que había ocurrido en 2012, con 1.367 kilogramos por hectárea,

Cristaldo señaló que los indicadores definitivos de productividad por hectárea se tendrían la próxima semana. Sin embargo, enfatizó que los productores están preocupados por los compromisos financieros rezagados y por el incumplimiento de contratos.

“El tema es con Chicago, y Chicago no va a perdonar, así que hay que ver cómo se reestructura y financia eso entre el productor y exportador”, dijo al referirse a los pagos extras establecidos en las obligaciones contractuales por no alcanzar los volúmenes comprometidos en las ventas a futuro.

Advirtió que la preocupación es más grande aún en el sector agrícola porque los precios de los combustibles están con tendencia para arriba, como un cohete, no se sabe cómo va a terminar.

“Es imposible hacer presupuesto, los insumos también están disparados, tanto defensivos agrícolas como fertilizantes, con las semillas hay incertidumbre porque va a depender de lo que salga en esta zafriña. Entonces, muchos más interrogantes que respuestas hay para el productor, la palabra hoy es incertidumbre”, sentenció.

Todavía no se sabe cómo se arreglarán los estragos causados por la campaña 2021-2022, y todavía no se sabe qué va a pasar antes de empezar la nueva campaña en septiembre, en el contexto de una economía global impredecible e inestable, manifestó. “Creo que los esfuerzos tienen que estar concentrados en paliar las pérdidas y patear hasta a cinco años lo que se perdió este año, generando las condiciones para que la mayor cantidad de gente vuelva a sembrar para lograr el efecto rebote en el 2023″, propuso Cristaldo.

Opinó que la zafriña podrá salvar para cumplir algunos contratos y no pagar diferencia de precio y para producir semilla.