No cayó nada bien en el Senado la conformación de las ternas confeccionadas por el Consejo de la Magistratura para cubrir las dos vacancias en el Tribunal Superior de Justicia Electoral, tras la salida por límite de edad de Alberto Ramírez Zambonini (PLRA) y María Elena Wapenka (PRF).
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El pacto mayoritario en el Senado era que un aliado del Frente Guasu (FG) ocupe la vacancia de Wapenka y que un candidato del PLRA el lugar dejado por Ramírez Zambonini. Pero los dos candidatos del FG y del PLRA fueron incluidos en una misma terna ayer a la siesta y de acuerdo a la Ley N° 5208/2014 impide que el Senado designe a dos candidatos de una misma terna como ocurrió con los ministros de la Corte Suprema de Justicia: Luis María Benítez Riera y Gladys Bareiro de Módica en el 2010.
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“Si no sale el plan A (que consiste en) desmantelar ternas, pasarán al plan B: enviar en la misma terna a los tres con mejores puntajes y los restantes en la otra”, había vaticinado la senadora Desirée Masi (PDP).
¿Plan cartista?
“Se confirmó el plan de poner a Rossel y Camacho, candidatos de espacios distintos, en una misma terna. ¿Jugada del “cartismo” con ok del abdismo?”, afirmó el senador Hugo Richer (Frente Guasu), que analizó entre las posibles reacciones, analizar el rechazo de la terna.
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Afirmó que la ANR (no solo el cartismo) busca “asegurar mayoría en el TSJE, un colorado y otro/a “manejable”, por lo que “se debe estudiar sí hay votos para rechazar la terna en Senado”. Se requiere mayoría simple, la mitad más uno de los presentes.
El eventual rechazo de ambas listas de candidatos trae consigo problemas no menores, ya que por una parte apremian los plazos del cronograma electoral, y actualmente la Justicia Electoral está integrada únicamente por Jaime Bestard (ANR, cartista).
Si bien las internas partidarias, previstas para el 18 de diciembre, son organizadas por los Tribunales Electorales de las respectivas agrupaciones políticas, le corresponde al TSJE definir temas clave como por ejemplo el pedido de la Concertación Nacional 2023 (opositora) para utilizar en su interna el Padrón Nacional, algo que es rechazado por la ANR.
Ley obliga a elegir uno por terna
La Ley N° 5208 vigente desde 2014 impide la posibilidad de que el Senado pueda designar a dos candidatos de una misma terna, tal como ocurrió en varias ocasiones especialmente para la elección de ministros de la Corte Suprema de Justicia. “En ningún caso, se podrá designar a más de un candidato por cada terna que fuera elevada al órgano constitucional que corresponda”, indica la ley.
Por citar algunos casos, en el año 2005 salieron de la misma terna, Elixeno Ayala y Luis Lezcano Claude y en 2010 los ministros Luis María Benítez Riera y Gladys Bareiro de Módica (+).
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La mencionada norma establece sanciones ante el incumplimiento de esta disposición.
Según acusan referentes de la oposición, a sabiendas de la vigencia de esta ley es que el Consejo de la Magistratura ubicó a los candidatos “preferidos” por el Frente Guasu y el PLRA en una misma terna para “aguar” el pacto entre estos sectores políticos.
El Consejo tenía que ubicar a los mejores puntuados como “cabezas de serie” pero por el camino hubo llamativas descalificaciones y un candidato que entró “por la ventana” en la sesión realizada ayer.
PLRA queda sin alternativas
El nombre de César Rossel, exdirector de Partidos Políticos del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), prácticamente es la última alternativa que sigue en carrera y que no es rechazado por el sector “no cartista” del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA).
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Rossel, al ser consultado ayer al respecto, se definió como liberal pero no identificado con ningún sector interno.
En el Senado hay un sector importante que no se puede definir como oficialista, ya que no todos comulgan con el presidente del PLRA, Efraín Alegre, pero sí rechazan al cartismo, y estos respaldan a Rossel.
A este grupo se le fueron agotando las alternativas tras la eliminación de los senadores Enrique Salyn Buzarquis y Hermelinda Alvarenga de Ortega del proceso de selección de candidatos a ministros del TSJE.
Posteriormente, se barajó la posibilidad de apoyo a la extitular del Tribunal Electoral Partidario liberal y exministra de la Función Pública durante el gobierno de Federico Franco, Nuria Isnardi, quien sin embargo no llegó al puntaje mínimo requerido para ser ternada.
Rossel llega con el respaldo tras un intenso lobby con los senadores, e incluso fue defendida por Alegre, afirmando que toda la maniobra en el Consejo de la Magistratura era para “evitar que Rossel sea el ministro electo, porque no es de los que puede comprar” el cartismo.
En la otra terna, hay otra candidata que despierta profundo rechazo por los liberales. Se trata de la exmagistrada Myriam Cristaldo, tildada de colorada y que en 2018 fue denunciada por el PLRA, tras negarse a permitir la revisión de actas electorales por denuncias de “fraude” en Paraguarí.
Era un acuerdo con abdistas
Como parte del acuerdo para la actual mesa directiva de la Cámara de Senadores, donde Óscar “Cachito” Salomón (ANR, oficialista) fue electo como presidente del Congreso, se había acordado además que las vacancias dejadas como ministros del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE) por Alberto Ramírez Zambonini (PLRA) y María Elena Wapenka (PRF) serían para los liberales no cartistas y para el Frente Guasu.
De esta manera, cada uno de los sectores debía simplemente designar a sus candidatos a ministros del TSJE, los cuales serían acompañados sin mayores inconvenientes por la misma mayoría que eligió a “Cachito” Salomón como presidente.
Sin embargo, el diputado Roberto González (ANR, oficialista), representante de la Cámara Baja ante el Consejo de la Magistratura, fue uno de los que se prestaron a la “maniobra” para designar a los dos candidatos con mayor respaldo en la misma terna.
Parte de este mismo acuerdo fue el que llevó al exsenador Víctor Ríos (PLRA) a ocupar recientemente el cargo de ministro de la Corte Suprema de Justicia.
El eventual incumplimiento del acuerdo con las demás bancada que apoyaron a Salomón podría traer consecuencias para el Gobierno, que deberá buscar conformar una nueva mayoría que lo respalde en proyectos de su interés y pone en riesgo la intención de Cachito de buscar el rekutu.
El oficialismo colorado en Cámara Alta no tiene mucho margen para buscar “aliados” puesto que hasta las internas al menos no hay visos de afinidad con los cartistas. Podría buscar sumar a los llanistas o a patriaqueridistas.