Albergue “El Buen Samaritano”, una obra acompañada por Adalberto Martínez

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El albergue "El Buen Samaritano" recibe en Itauguá a las personas de escasos recursos que deben someterse a hemodiálisis.
El albergue "El Buen Samaritano" recibe en Itauguá a las personas de escasos recursos que deben someterse a hemodiálisis.gentilesa

El Buen Samaritano es el nombre del albergue donde personas de escasos recursos realizan sus tratamiento de hemodiálisis y que recibe apoyo de la Cooperación Social San Roque González de Santacruz, presidida por monseñor Adalberto Martínez. En el sitio, agradecieron el acompañamiento del cardenal y lo felicitaron por su nuevo título eclesial.

El albergue “El Buen Samarita no” es una obra de misericordia, administrada por la Cooperación Social San Roque González de Santacruz, bajo la presidencia del cardenal Adalberto Martínez, comentó a ABC, Leticia Ramírez, una de las encargadas.

Indicó que es un lugar de residencia permanente para personas de escasos recursos con insuficiencia renal crónica que deban someterse a tratamientos de hemodiálisis. Según Ramírez, hasta el lugar llegan varias personas del interior del país.

Comentó también que el hogar ofrece en forma exclusiva: habitación, cama con colchón, mueble guarda ropas, mesas, baño comunitario: agua caliente así como el desayuno almuerzo y cena.

“Actualmente tenemos 24 pacientes más acompañantes, Es decir, unas 60 personas residiendo en el hogar”, indicó.

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La encargada de este albergue, que se encuentra en el predio del Hospital Nacional de Itauguá, afirmó que las necesidades son permanentes, por lo que recurren a personas e instituciones de buena voluntad para continuar con la obra.

Actualmente, 24 pacientes realizan su tratamiento en el lugar.
Actualmente, 24 pacientes realizan su tratamiento en el lugar.

Agradecimientos a monseñor Adalberto Martínez

Erica Villalba, una de las jóvenes que realiza su tratamiento hace cinco años en el sitio, agradeció el acompañamiento del monseñor Adalberto Martínez. Dijo que gracias a él pudo iniciar con las atenciones sanitarias.

Él me ayudó en muchas ocasiones. Se fue hasta mi casa en Villarrica y me llevó regalos. Eso para mi es algo inolvidable. Estoy muy feliz con él por el lugar dónde está. Muchas veces me he internado y se fue a visitarme. El monseñor para mi es un amigo”, afirmó.

Erica también agradeció el apoyo de Gustavo Martínez, hermano del actual cardenal, quien trabaja con los jóvenes del albergue impartiendo enseñanza.