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En comunicación con ABC Cardinal este lunes, Hugo Fleitas, presidente del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), reflexionó sobre el rol opositor que debe cumplir esa agrupación política en los próximos cinco años de gobierno colorado cartista y pidió paciencia a la ciudadanía para implementar las reformas necesarias para sacar al partido de la profunda crisis política y administrativa en que se encuentra.
Esta reflexión llega días antes del 18 de octubre, fecha en que se conmemora uno de los eventos más importantes en la historia de uno de los partidos más relevantes de Paraguay: el levantamiento liberal que derrocó al presidente colorado Juan Gualberto González en 1891.
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El Partido Liberal llega a esa fecha aun sintiendo los efectos de la contundente derrota que sufrió en las elecciones generales del pasado 30 de abril, en que los liberales perdieron casi todas las gobernaciones del país y el entonces presidente del partido, Efraín Alegre, fue derrotado por tercera vez consecutiva por un candidato colorado en la pugna por la presidencia de la República.
A esa derrota electoral siguió una grave crisis interna que desembocó en una accidentada convención nacional en agosto, en la que Alegre fue destituido de la presidencia partidaria, que fue asumida por Fleitas.
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Mientras tanto, varios parlamentarios que se candidataron al Congreso por el Partido Liberal han demostrado posturas afines al oficialismo colorado cartista, causando aún más daño a la imagen institucional del que históricamente ha sido el principal partido opositor de Paraguay en casi siete décadas de gobiernos colorados casi ininterrumpidos.
Beneficio de la duda
Fleitas prometió que “el Partido Liberal va a ejercer el rol que le ha encomendado la ciudadanía el 30 de abril” de contrapeso al poder colorado e intentó justificar la percepción de irrelevancia del PLRA en el actual escenario político, señalando que el partido aún está en proceso de revertir las consecuencias del “manejo arbitrario y autoritario” de la agrupación por parte de Efraín Alegre.
“Quisiera que la ciudadanía paraguaya y el pueblo liberal nos den el beneficio de la duda (…) Necesitamos algunos meses para hacer reformas”, dijo.
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“Pasamos turbulencias demasiado fuertes a partir del 30 de abril”, lamentó el presidente del PLRA, señalando que el partido enfrenta un “descalabro” financiero y la desarticulación de instituciones partidarias como el Tribunal de Conducta y el Comité Político Ampliado durante la era Alegre.
Desconexión con parlamentarios
Señaló también que la dirección del partido aún no ha podido establecer una “línea de trabajo” con los parlamentarios que representan al PLRA en el Congreso, pero afirmó que se está trabajando “como nunca se ha hecho en los últimos años” para consensuar una línea política común entre la mesa directiva, los parlamentarios y los afiliados del partido en todo el país.
“El expresidente Alegre jamás convocó a los parlamentarios para convencerles del camino a seguir; nunca ha dialogado ni debatido”, insistió.
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Fleitas dijo que a futuro “se van a establecer puntos de la forma que corresponde, en un espacio político ampliado”.
Agregó que, “guste o no guste”, el PLRA sigue siendo “el mayor partido de la oposición” y afirmó que su administración mantendrá “siempre el mismo discurso y la misma línea” de oposición durante la presidencia del colorado cartista Santiago Peña.
“El pueblo paraguayo no nos ha elegido para gobernar, nos eligió para ser contralores y vamos a mostrar firmeza desde nuestra posición opositora”, sentenció.
Peña, “aplazadísimo”
Fleitas ofreció además su valoración sobre los primeros 60 días de gobierno del presidente Peña, opinando que la gestión del nuevo gobierno colorado está “aplazadísima” y agregando que “no esperábamos mucho en primer lugar” del Presidente, ya que “no es el que decide”.
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Finalmente, reflexionó que ningún gobierno o sistema judicial ha accionado para controlar la corrupción, a la que calificó como “la gran debilidad del sistema de organización del Estado, eso que mata o debilita al Paraguay”.
“La Justicia nunca ha movido un dedo para controlar la corrupción. La corrupción se controla con sanciones y este es un sistema judicial que no sanciona porque está sometido a la clase política”, dijo.