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Los Tres Hermanos representan la identidad de la zona norte del Alto Paraguay. Se ubica en el distrito de Fuerte Olimpo. En sus faldas, se halla erigida la misma comunidad. La altura máxima de uno de estos cerros es de unos 200 metros, aunque también existen cerros menores, en cuyas cimas se hallan edificadas la Catedral de María Auxiliadora o el histórico Fuerte de Borbón, que dio nacimiento a esta población chaqueña.
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Actualmente, y desde hace algunos días, los cerros están arropados de florecientes plantas de tajy o lapachos rosados, generando un verdadero espectáculo natural a la vista para deleite de propios y extraños, atendiendo que son numerosas las personas que visitan la zona, inclusive del extranjero.
Este panorama es bien distinto a la de otros años de temporadas de sequía, que afectaron a toda la zona especialmente a la vegetación y la fauna existentes en los cerros, que no escaparon al desastre natural, ya que en reiteradas ocasiones fueron afectados por incendios que pusieron en riesgo las bellezas naturales.
La tupida vegetación de estas elevaciones es refugio de una gran cantidad de animales silvestres, como lo monos o karaya que ya tienen acostumbrados a los moradores; sus aullidos profundos anuncian lluvias.
La variedad de fauna se completa con los armadillos, zorros y hasta inclusive algunos cerdos o kure`i. Abundan igualmente los lagartos entre los que sobresalen los famosos teyú y numerosa especie de réptiles que son los habitantes habituales de estas elevaciones naturales.
Entre la gran variedad de aves que visitan o viven por estos cerros están las garzas, loros o cotorras, o los hermosos tucanes, y por supuesto todo tipo de aves menores como gorriones y cardenales.
Ganadería
El clima húmedo de la región, por la abundancia de lluvias, no solo produce este tipo de bellezas naturales, sino también posibilita el permanente rebrote de los pastos en los campos ganaderos, dando así una ayuda al sector productivo del departamento.
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Atendiendo que durante los cuatro años de sequía que castigó a esta región chaqueña y que afectó a toda la naturaleza como a los pobladores, sin duda alguna, el sector de la ganadería fue uno de los más perjudicados. Ahora el panorama es bien diferente y es un respiro para los productores.
El año pasado, en este mismo periodo, la situación era bastante difícil ya que los campos pastoriles se encontraban secos; los tajamares y reservorios sin agua, lo que obligó a los ganaderos a realizar el salvataje de sus animales, para lo cual tuvieron que alquilar campos más productivos en la región oriental. Hoy, sin embargo, pareciera que esa pesadilla ya quedó para atrás, al menos por ahora.
