Así se compran registros

[AUDIOVISUAL] A cambio de plata, sin estar presente y sin saber manejar, un periodista obtuvo registro de conducir profesional de Capiatá, Guarambaré y San Bernardino. Audios y videos apuntan a una rosca que opera en varios municipios.

/pf/resources/images/abc-placeholder.png?d=2150

Cargando...

Dos mujeres sordomudas al mando de un vehículo protagonizaron un accidente de tránsito. Ambas tenían registros de conducir. La pregunta era: ¿Cómo se les expidió ese documento en la Municipalidad de Fernando de la Mora si no pudieron pasar el examen de vista y oído?

Para encontrar la respuesta a esta y otras preguntas, visitamos varios municipios elegidos al azar, en los que el objetivo era conseguir un registro de conducir para una persona que no estaba presente en el lugar, no residía en la zona ni tampoco sabía manejar, según la versión que dábamos a los interlocutores.

Se acordó llevar la fotocopia de una cédula de identidad de un colega y su foto carnet, tramitar el registro y ver cómo los funcionarios y gestores iban burlando todas las leyes y normas municipales para emitirnos el documento.

ABC Color consiguió tres en los municipios de Capiatá, Guarambaré y San Bernardino. Con una importante salvedad: En el municipio de Guarambaré fue gestionado el registro de conducir de Fernando de la Mora simplemente a través de un gestor. En dos de los casos se tuvo que pagar coimas. En San Bernardino el documento se gestionó legalmente e incluso la Comuna otorgó una factura legal. Recuerde, la persona no estaba presente, los funcionarios que participaron en los procesos jamás vieron al interesado ni sabían si estaba en condiciones de manejar.

En los municipios de Capiatá, Fernando de la Mora y San Bernardino, pocas o casi nulas fueron las trabas que se encontraron para acceder al registro. La frase “eso cuesta mucho” se desmoronaba por completo ante la sentencia “no hay problema, tengo el dinero”.

Juan Carlos Lezcano, supuesto interesado, nunca fue hasta las ciudades citadas para los trámites; es más, a los que nos tramitaron el registro les hicimos más complicada la tarea ya que les explicamos que la persona que quería el documento no residía en Paraguay, sino en España, donde trabaja desde hace años. Por último, se les aclaró perfectamente que nuestro amigo no sabía manejar, tenía problemas de vista y que sentarlo frente a un volante era un peligro inminente. “Este tipo no sabe manejar ni carretilla”, les dijimos. “Ahh mejor entonces”, fue la respuesta.

En las sucesivas entregas Ud podrá oir y ver a los protagonistas en conversaciones inverosímiles.

Nada de esto fue escollo para que nuestro compañero consiga sus permisos.

Ni los exámenes de conducción, de vista u oído, así como tampoco el registro de inscripción en la Justicia Electoral fueron solicitados en los municipios. Tampoco se pidió dirección de residencia ni grupo de sangre del interesado. Los trámites se finiquitaron simplemente con una foto carnet y fotocopia de cédula. Y, por supuesto, un poco de dinero.

Teniendo todo en contra para que Juan Carlos Lezcano obtenga un registro de conducir (no sabía manejar y serios problemas de visión), al final -en tiempo récord- obtuvo tres.

Increíblemente, Lezcano –sin saber manejar y sin ver bien- puede hoy día conducir con su registro profesional hasta vehículos de gran porte. Nos consta que sería un peligro darle el volante, considerando su precario conocimiento.

Con esto queda demostrado un secreto a voces: La corrupción municipal que existe para otorgar registros de conducir a cualquier persona es tan grande en todos lados y estos nuevos conductores son, en una gran mayoría, los que ocasionan accidentes por no saber conducir.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...