Corrupción, delitos ambientales, rollotráfico, narcotráfico y fuertes disputas entre grupos políticos. En la zona del distrito de Yuty, departamento de Caazapá, convergen factores que generan un coctel explosivo que suele detonar de vez en cuando y que cada vez que lo hace, lo hace con mucha fuerza.
Una de esas ocasiones tuvo lugar en la mañana de este domingo.
Eran cerca de las 12:00 cuando la camioneta Isuzu D-Max del candidato liberal para la intendencia del distrito, Nelson Vera Villar, fue interceptada por desconocidos mientras circulaba por un camino vecinal. De manera sorpresiva, sin mediar palabras y escondidos en la espesura del monte, los malvivientes abrieron fuego contra el rodado.
Según las expresiones de Vera Villar, los disparos llegaron de al menos cuatro frentes y alrededor de cuarenta proyectiles impactaron contra su rodado. Como consecuencia, el suboficial Diosnel Díaz, efectivo policial asignado a su custodia, resultó gravemente herido y tuvo que ser trasladado hasta el Hospital Regional de Encarnación, en un viaje de 120 kilómetros; Celia Escobar, secretaria del político liberal, también recibió un impacto de bala en el brazo, aunque no revistió gravedad.
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Un hecho más en una lista cada vez más larga de sucesos de este tipo. Las amenazas y atentados contra políticos de la zona ya son varios.
De hecho, en 2010, el entonces candidato a intendente Vera Villar fue acusado por un sector de su propio partido, el PLRA, de haber supuestamente amenazado a punta de pistola a un grupo que apoyaba la candidatura de otra persona de cara a las internas.
La llegada al poder de Vera Villar no estuvo libre de polémicas. Colorados de Yuty intentaron de todas las formas posibles evitar que el exdiputado asumiera el cargo, alegando que se habían registrado irregularidades en la conformación de tres de las mesas receptoras de votos durante las elecciones de noviembre de 2010. Finalmente, el liberal asumió el cargo.
En 2011, las rencillas entre Vera Villar y el político colorado y exjuez Benjamín Adaro Monzón tomaron estado público y con ellas llegaron acusaciones de uno y otro lado. En julio de ese año, desconocidos irrumpieron en el predio Yuty FM, la radio propiedad del jefe comunal, redujeron a funcionarios, rociaron equipos con gasolina y le prendieron fuego.
En aquellos días, Vera Villar afirmaba no tener enemigos, pero señalaba a Adaro Monzón como uno de los sospechosos de haber estado detrás del ataque. Según el jefe comunal, meses antes del ataque, el político colorado B había declarado a través de la radio Itakaru FM que la emisora Yuty FM se debía eliminar de cualquier forma.
El intendente aseguraba poseer la grabación de la amenaza que profirió Benjamín Adaro Monzón, quien fue propietario de una emisora clandestina de Yuty, decomisada por la Conatel. El colorado había querellado por difamación e injuria a un periodista de la radio Yuty FM, César Ferreira. Este fue absuelto de culpa y pena.
Un año después, en julio de 2012, fue Benjamín Adaro Monzón el blanco de un atentado. En aquella ocasión el cuestionado político colorado y exjuez fue alcanzado por las balas durante un ataque perpetrado por dos hombres en motocicletas. En la ocasión perdió la vida el docente Bernardo Areco Baldovino.
Tiempo después, dos policías fueron señalados como supuestos implicados en el caso. El párroco local lamentaría en aquellos días el odio y el rencor que existían entre los políticos, durante una misa en la que estuvieron presentes varias autoridades.
El atentado de este domingo, en el que los criminales usaron armas de grueso calibre, podría haberle costado la vida a los tres ocupantes de la camioneta de Vera Villar si no fuera porque la misma es blindada. De hecho, el aspirante a la reelección como jefe comunal anda con custodia policial y hasta a veces con chaleco antibalas como consecuencia de las constantes amenazas que recibió.
Como si esta clase de situaciones no fueran suficientes, en la zona también son constantes los delitos ambientales. En reiteradas ocasiones se denunció la existencia de canales creados para desviar las aguas del río Tebicuary hacia los cultivos de arroz. La deforestación de lo que alguna vez fueron tupidos bosques y hoy son apenas unos manchones de verde también es una constante, todo por la riqueza del suelo.
Ahora habrá que ver cómo se desarrollan los hechos tras el atentado de este domingo. Mientras tanto, Vera Villar está con paradero desconocido, escondido luego de haber sido blanco del atentado de este domingo.
juan.lezcano@abc.com.py - @juankilezcano
