Lo que importa

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Alumnos dan clases bajo árboles por peligro de derrumbe de su escuela. La alimentación y los kits escolares no alcanzan para todos. Al menos 18.000 alumnos abandonaron sus estudios en pandemia. Pero nada de esto importa. El ministro de Educación, Juan Manuel Brunetti, y el resto del gabinete de Mario Abdo Benítez ya están en plena campaña proselitista con miras al 2023.

Junto con el ministro de Salud, Julio Borba, y la ministra del Trabajo, Carla Bacigalupo, Juan Manuel Brunetti estuvo en primera fila en el acto por el aniversario del Partido Colorado, el 11 de setiembre. Dijo que la presencia de Mario Abdo Benítez y de Horacio Cartes “es una buena señal” y que “el país necesita paz y unión”.

Unos días antes, Brunetti había participado de un acto realizado en Misiones, en el cual se festejó el cumpleaños del vicepresidente Hugo Velázquez, a quien Mario Abdo anunció como precandidato a la Presidencia para el 2023.

Brunetti acompaña desde entonces varias actividades políticas, lo cual no es llamativo si se tiene en cuenta que, de hecho, entró al gabinete de Mario Abdo como ministro a cambio de desistir de su postulación a la Intendencia de Asunción. O sea, se trata de un político haciendo proselitismo. Sin embargo, es triste, duro y hasta violento ver que un asunto tan delicado como la educación de nuestros niños y jóvenes quede en segundo plano porque se adelantó el proselitismo.

También en Misiones, en un encuentro para “debatir” sobre transformación educativa, Juan Manuel Brunetti habló de los “tres años muy duros” que pasó “este gobierno de la gente”. Habló de rutas y del sistema de salud y de desarrollo. Después planteó, una vez más, que para avanzar tenemos que saber dónde estamos, qué queremos y qué será prioridad en educación.

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Sin embargo, Brunetti se olvida que es su responsabilidad priorizar por sobre los asuntos político partidarios, urgentes necesidades en el ámbito de la educación. Para el ministro, el 90% de las escuelas están en condiciones de recibir a los chicos, pero resulta que en todos los puntos del país hay escuelas a punto de caer, con sistemas eléctricos deficientes y falta de agua potable. Además, entre otras tantas falencias, la merienda y el almuerzo escolar son privilegios que no alcanzan para todos y los kits de útiles, según denuncias, este año quedaron incompletos.

Peor aún, hay unos 18.092 alumnos que abandonaron sus estudios el año pasado, con la suspensión de la educación presencial debido al covid-19. A ellos no les interesa quién se vislumbra como candidato. Para estos chicos, que quedaron sin estudios, sin comida, muchos sin trabajo e incluso sin hogar, cómo sobrevivir hasta mañana es lo que en verdad importa.

mariana.ladaga@abc.com.py