La economía, una ciencia que busca la riqueza con el trabajo, es el tema central, que nos interesa a todos. La pobreza creció mucho en los últimos tiempos, los precios de la canasta familiar se encuentran por las nubes y no se generan suficientes fuentes de trabajo. Todos estos problemas si no se solucionan, el país irá en debacle y sufriremos todos. Los candidatos deben tener claridad en ese sentido y presentar sus proyectos observando esos puntos.
Dicen los expertos que el 75 % del PIB (producto interno bruto) se destina al pago de los salarios a funcionarios públicos. Esto es escandaloso, más todavía si pensamos que esa gente conforma la clientela compuesta por parientes, compadres, amantes y operadores políticos. No son precisamente personal calificado ni apto para los cargos. Están en esos lugares por ser hurreros y chupamedias. Por responder al color de sus partidos y no por méritos y aptitudes. Esto duele mucho puesto que cerebros brillantes que pueden servir al país, no encuentran trabajos dignos y muchas veces emigran y buscan mejores horizontes en el exterior.
La única clave de desarrollo es la fuente de trabajo. Para ello debemos contar con producción, industrias y comercios. Para mover la economía tiene que circular el dinero en todos los sectores e implementar un sistema en que los ricos paguen más impuestos y los pobres menos. Y no al revés. Todo este mundo de maravillas nos prometen eternamente, pero cuando llegan al poder, lo primero que hacen es todo lo contrario. Una vez más, nos estafan.
Por eso, tenemos que hacerles recordar constantemente esas promesas incumplidas. Como ciudadanos que vamos a votar, tenemos que ser contralores y vigilar sus funciones. Acabar con la corrupción y la impunidad, igualmente hará crecer la economía y así, puede elevarse la calidad de vida de la población. Solo faltan unos gobernantes firmes y con verdadera voluntad política para cambiar la historia y terminar con la pobreza.
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Nuestro país es riquísimo. Contamos con agua y tierra fértil. ´También con energía eléctrica. La producción agrícola y ganadera es fantástica. Sabemos que la mala distribución de la riqueza es el principal factor de atraso. Ni que decir la corrupción que enriquece a unos cuantos y empobrece a la mayoría. Si no exigimos a las autoridades transparencia y honestidad, seguiremos por siempre, en el mismo ritmo. En estos momentos es la hora de proponer cambios. Acabar con la antigua costumbre de que quienes suben en el poder se vuelven millonarios y dejan en miserias al pueblo.
Basta mirar por las calles para hacer una radiografía de la realidad. Basta recorrer los mercados. Basta hablar con las amas de casas. Basta con ver el nivel de vida que llevan los campesinos y los obreros. Niños en las calles que piden limosnas; hermanos nativos que deambulan, hospitales sin insumos, escuelas que caen a pedazos, rutas en pésimas condiciones, niños desnutridos, jóvenes sin estudios y sin trabajos. Es realmente un panorama desolador. Con delincuencia en todas partes comenzando con la gente que nos gobierna. Estos roban mucho adentro y afuera los saqueos no paran tampoco. Para cambiar esta situación tenemos que participar responsablemente con críticas y denuncias. No elegir nunca más ladrones y mentirosos. Es la única forma de avanzar no solo en economía, sino en todo desarrollo.