No siendo un político de carrera y careciendo de experiencia en sus tejes y manejes, se respaldará en su vicepresidente Pedro Alliana para el manejo de cuestiones en ese campo.
De hecho, según comentarios del entorno del nuevo mandatario, el exdiputado Alliana tuvo mucho que ver con varios nombramientos en el futuro gabinete de Peña.
Es posible que, por primera vez desde la vigencia de la Constitución de 1992, haya cierta armonía entre el presidente y su vicepresidente, al menos en los primeros meses, porque Alliana puede cumplir el papel de lobista, que no hizo ninguno de sus antecesores, ya sea por una abierta desconfianza entre los integrantes de la dupla o por desconocimiento de cómo hacerlo.
Alliana tuvo un papel clave en las negociaciones, que culminaron con la elección de Raúl Latorre, como presidente de la Cámara de Diputados; y Silvio Ovelar, como presidente del Senado.
Todos los beneficios, en un solo lugar Descubrí donde te conviene comprar hoy
Pero Peña y Alliana no deciden nombramientos y movidas de manera aislada.
En una entrevista concedida ayer a ABC Cardinal, el presidente del Senado, “Beto” Ovelar, reveló cómo se toman las decisiones en Honor Colorado en las reuniones del comando político.
Integran ese comando el expresidente Cartes, Santiago Peña, Alliana, el exsenador Juan Carlos Galaverna y su hijo, José Alberto Alderete, Tadeo Rojas, los senadores Basilio Núñez, Antonio Barrios y Juan Carlos Baruja, el diputado Raúl Latorre y Eduardo González.
Aunque Ovelar quiso dar la impresión que toman decisiones de manera grupal, también reveló que, cuando se vota, Cartes lo hace primero y, entre risas, apuntó que casi siempre todos votan en el mismo sentido.
Este comando fue el que decidió, por ejemplo, la designación del grotesco senador Hernán Rivas como representante de su cámara ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y como presidente (cargo último al que se vio obligado a renunciar). Ovelar no quiso revelar quién lo propuso, pero dio pistas que apuntan a que fue “Bachi” Núñez. El craso error cometido con esta designación no es el único, aunque sea el más evidente y se evidenciarán con el transcurrir de la gestión de Peña para crearle conflictos.
Esta manera de tomar decisiones no funcionará por mucho tiempo. El peso de las responsabilidades que deberá asumir el mandatario harán que no pueda seguir yendo a estas reuniones, y seguramente será Alliana quien lo reemplace.
Por otro lado, tarde o temprano habrá pedidos e indicaciones de Cartes, de manera particular, que posiblemente Peña no podrá cumplir.
El nuevo presidente, como todos los que estuvieron en ese cargo, está urgido de conseguir resultados de su gestión. Tiene poco tiempo y la actitud que muestra Cartes, con apariciones en clave de actor principal, que hablan de su intención de ser protagonista, le traerá problemas.
La próxima semana Peña asumirá el cargo. Habrá color y luces. Luego, deberá comenzar a gobernar con quienes ha elegido (o le han elegido) y con un entorno (sin ninguna presencia femenina) del cual no se puede decir que se distingan por su prudencia y sensatez.