Caso Javier Ibarra: sospechoso no declaró, pero estaría dispuesto a “aportar”

En conversación con medios de comunicación este viernes, el fiscal Julio Ortiz habló de los avances en la investigación de la muerte del exfiscal Javier Ibarra luego de la detención ayer de un sospechoso de haber sido el autor del crimen y el hallazgo de la que sería el arma homicida.

El jueves fue detenido en Asunción Óscar Caballero Sahlmann, que fue secretario de Ibarra y sobre quien se posan las sospechas en cuanto a la autoría del crimen, luego de que se verificara por imágenes de cámaras de seguridad en las adyacencias de la vivienda del exfiscal que el mismo llegó antes que el propio dueño y que no abandonó la residencia hasta luego del momento del crimen.

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Caballero Sahlmann inicialmente se negó a declarar, comentó el fiscal Ortiz, aunque indicó que se mostró abierto a “aportar” información en el futuro.

El crimen se investiga como un hecho de homicidio doloso, robo con resultado de muerte y hurto especialmente grave, lo que podría llevar a una pena de cárcel de hasta 30 años, con la posibilidad de diez años más de medidas de seguridad, explicó el fiscal.

Testigo entregó arma

Según se comprobó por filmaciones de cámaras de seguridad en las inmediaciones de la residencia del fiscal Ibarra, Sahlamnn llegó a la casa a bordo de una motocicleta conducida por otra persona que fue identificada como Leonardo Agustín Ruiz, a quien pidió que espere afuera.

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Unos 40 minutos después, Caballero salió de la vivienda y pidió a Ruiz que se retire. Posteriormente, Ruiz se reunió con Caballero en la vivienda de este, donde el sospechoso le entregó un arma de fuego –presuntamente el arma homicida– y quemó en su presencia unos documentos presumiblemente robados de la casa del exfiscal.

Fue Ruiz quien brindó esa información a los investigadores y les entregó el arma, que sería una que faltaba del inventario de armas de fuego que poseía Ibarra y cuyo calibre coincide con el de la bala extraída del cuerpo del exfiscal, según dijo hoy a ABC Cardinal el comisario César Silguero, jefe de Hechos Punibles de la Policía Nacional.

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El fiscal Ortiz comentó que hoy firmó la libertad de Ruiz, quien se hallaba detenido de forma preventiva, y calificó sus aportes de “bastante importantes” para la investigación.

Rastros químicos

Inicialmente, la muerte de Ibarra se reportó como una autoeliminación debido a que en sus manos se hallaron rastros de plomo y antimonio, elementos que resultan del disparo de un arma de fuego. Ahora, indicó el fiscal, la hipótesis es que el homicida puso el arma a la altura de la cabeza del exfiscal y este intentó defenderse, lo que resultó en que esos elementos se impregnaran en sus manos.

En su momento, la investigación se centró también en una empleada doméstica de Ibarra, Aida María Ibarra, en cuyas manos también se hallaron rastros de esos elementos químicos. La mujer fue recluida durante unos días en una comisaría y actualmente está bajo prisión domiciliaria.

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El fiscal Ortiz dijo que un sobreseimiento definitivo para la mujer en luz de los nuevos avances de la investigación sería prematuro mientras el hecho siga sin ser totalmente esclarecido, pero anticipó que si la defensa de la misma plantea una “medida menos gravosa” que la prisión domiciliaria, “la Fiscalía no se va a estar oponiendo”.