Cocaína de Paraguay a Uruguay por rutas argentinas: ¿dónde esconden la droga para el transporte?

El diario Clarín de Argentina publicó un material especial sobre cómo la cocaína es traficada desde Paraguay hasta Uruguay, pasando por las rutas argentinas. ¿Cómo se lleva escondida la droga y cuántos procedimientos hubo? Más detalles en la siguiente nota.

La cocaína era transportada en los ejes de dos camiones, indica Clarín.
La cocaína era transportada en los ejes de dos camiones, indica Clarín.Clarín

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Conforme recopila el diario Clarín, la Aduana argentina ya detectó el mismo modus operandi en varios procedimientos en los que se incautó cocaína en las rutas. La forma en que se esconde es hasta un “trabajo artístico”, según los agentes del vecino país.

La primera incautación fue el 30 de junio de 2022: un camión con chapa paraguaya transportaba 61 kilos de cocaína escondidos en el eje del vehículo y del semirremolque. El 18 de noviembre hubo dos más, también en otros camiones con documentación de nuestro país.

Las autoridades argentinas incautaron 134 kilos de cocaína también ocultos en los ejes del semirremolque y ejes traseros del semirremolque. En septiembre y diciembre hubo dos casos más, muy similares, que sumaron otros 100 kilos.

En total son cinco operaciones en los últimos cinco meses de 2022, alcanzando una cifra que supera los 274 kilos de cocaína, todos en camiones que procedían de Paraguay. El destino de estos rodados con la droga era Uruguay, pasando por distintas rutas de las provincias argentinas de Misiones, Formosa y Entre Ríos, cita Clarín.

Más camiones de Paraguay con droga en Uruguay

“En Uruguay existen más causas sobre camiones paraguayos que transportaban cocaína y recorrieron nuestras rutas”, explicó un investigador de Aduana argentina.

“Por lo que la analizamos como una nueva metodología de los últimos tiempos y que tiene una explicación: la relación entre organizaciones asentadas en Uruguay y Paraguay”, detalló.

Según las fuentes consultadas por Clarín, Uruguay funcionaría como centro de acopio, como una parada previa al verdadero destino final: Europa. “Los envíos desde el puerto de Montevideo están creciendo mucho”, observó una fuente. “Los controles son más laxos y está comprobado que existe un acuerdo entre el Primer Comando da Capital (PCC) y el Primer Comando Uruguayo (PCU)”, agregó el investigador.

El PCC es la organización criminal más grande de Sudamérica y en los últimos años se expandió a Paraguay y Bolivia (productores de marihuana y cocaína), donde controlaría las rutas y los grandes cargamentos para su distribución en Brasil y en Europa.

El PCC y la cocaína en Paraguay

“El PCC sigue tomando fuerzas: ya copó Bolivia, Paraguay y está instalado en Uruguay. Al menos por ahora no hay pruebas concretas de que estén en Argentina. Esperemos que no pase, porque son la organización más grande y peligrosa de la región”, agregó un investigador.

Por otra parte, los camioneros paraguayos fueron detenidos en pasos fronterizos de Posadas, Clorinda y Concordia. “La particularidad es el acondicionamiento de los camiones: siempre en los ejes transversales, en los ejes de las ruedas traseras de los semirremolques. Ya más que un trabajo de chapista, es un trabajo metalúrgico. Tienen cortes de precisión y detectar la droga cuesta mucho. En uno de los operativos, si no hubiese sido por el perro antinarcóticos, no hubiésemos encontrado nada. A veces prácticamente es indetectable”, sumó otro agente.

En el ambiente narco se dice que los cargamentos de cocaína que ingresan por Salta y Jujuy son envíos de pequeñas organizaciones bolivianas. Los principales destinos son: Buenos Aires, Rosario y Córdoba, aunque tienen vínculos con narcotraficantes de la mayoría de las provincias argentinas. Pero vale la aclaración: es cocaína para “consumo interno”, ya que la droga boliviana no es la que piden los narcos europeos, detalla el medio argentino.

En el Viejo Continente prefieren la que ingresa desde Paraguay, compuesta por pasta base peruana. Son cargamentos que recorren Argentina pero “de paso”, ya sea para ser enviados desde sus puertos o el de Montevideo.

Para que se entienda el negocio: el kilo que se paga en Paraguay a 2.500 dólares se revende a 27.000 euros en España.

“Lo que hacen es un trabajo artístico. Cuesta mucho llegar al lugar en el que esconden la droga. Son revisiones muy grandes las que hay que hacer. Desarmar ejes implica tiempo. ¿Qué te vas a imaginar que te perforan un perfil de un centímetro y medio? Lo cortan con autógenas, después masillan el pedazo que cortaron y lo pintan y con la tierra de la ruta se te complica más. Hay una ingeniería puesta, son verdaderas organizaciones”, finalizó.

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