El lunes 19 de noviembre del 2018 fue un día especial que el clan Fretes recordará para toda la vida. Dejaron una prueba que vincula los negocios millonarios de la empresa de cobranzas Río Salado SA con el actual presidente con permiso de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Antonio Fretes.
Río Salado SA, que de un capital de G. 2.000 millones saltó a G. 20.000 millones, y donde aparecen como socios Asdrúbal Fretes Valenzano y la presunta prestanombre abogada Lourdes Beatriz González Gomez, abrió una caja de seguridad en el Banco Continental.
La novedad no pasaba por la caja de seguridad ni su tamaño ni los montos anuales de pago. El primer beneficiario consignado fue nada más y nada menos que el ministro de la Corte cuyo nombre se hizo figurar, quien a la vez estaba autorizado a realizar retiros o depósitos.
En segundo lugar aparecía la abogada del grupo y presunta prestanombre Lourdes Beatriz González Gómez, y en tercer lugar, Asdrúbal Antonio Fretes Valenzano, hijo del ministro.
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El presidente de la Corte Suprema de Justicia del Paraguay -con permiso- Antonio Fretes dijo a nuestro diario que nada tenía a su nombre. Sin embargo, ¿cómo es posible que haya olvidado una caja de seguridad que lo tiene como beneficiario? ¿Cómo le pasó inadvertido que una poderosa empresa como Río Salado SA, que aparece como accionista de bancos, inmobiliarias, casas de préstamos, propietaria de inmuebles urbanos y rurales, lo pusiera como primer beneficiario al ministro de la Corte?
Una sola explicación es posible: los vínculos de la poderosa rosca del clan Fretes llegan hasta el mismísimo ministro Antonio Fretes.
Rosca vinculada a Antonio Fretes, sin control
El funcionamiento de las cajas de seguridad es muy peculiar en Paraguay: no tienen ningún tipo de ley que regule su funcionamiento. Según fuentes, los bancos son cuasi reacios a dar el servicio a gente que no posea algún tipo de respaldo por los riesgos que conlleva, escogen de preferencia clientes fieles o de buena reputación.
Los contratos establecen que en la caja se puede depositar lo que uno desee, y la responsabilidad es exclusiva del titular de la caja. Muchos bancos se hicieron renuentes a ofrecer el servicio porque la Fiscalía puede allanar el Banco en búsqueda del contenido en las cajas.
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Río Salado SA fue, entonces, tratado con alguna preferencia junto a sus beneficiarios Antonio Fretes, su hijo Asdrúbal Fretes y la presunta prestanombre Lourdes Beatriz González. Según tarifarios que se pueden ver en la página web de esa entidad bancaria, una caja de seguridad extra grande puede llegar a costar unos G. 7.700.000 anuales, para un tamaño de 28 x 30 x 50. Sus ocasionales propietarios pueden utilizar para depositar valores y extraerlos como y cuando quieran.
Poderosa Río Salado S.A.
El 20 de febrero del 2013 fue constituida la poderosa empresa Río Salado SA. Como primeros accionistas aparecían Reynaldo Víctor Oporto Leiva y Lourdes Beatriz González Gómez. Oporto Leiva aparece ligado a más empresas del clan Fretes, y hoy día funge como directivo del Banco Continental y como presidente de Patria SA de Seguros y Reaseguros, vinculada también al mismo clan.
La segunda accionista, Lourdes Beatriz González Gómez es una abogada que sería prestanombre del clan. Su nombre aparece como accionista y directiva de varias empresas. Junto a Asdrúbal Fretes Valenzano, han llegado a hacer varias presentaciones judiciales en pleitos jurídicos que llegaron a la mismísima Corte Suprema de Justicia.
Río Salado SA inicialmente tuvo un capital social de G. 2.000 millones. Para abrir la empresa, Oporto Leiva y Lourdes González pusieron G. 1.000 millones cada uno, EN EFECTIVO.
Un año después, el 22 de abril del 2014, subieron 10 veces su capital; treparon de G. 2.000 millones a G. 20.000 millones. Para junio del 2015 apareció un tercer convidado: Asdrúbal Antonio Fretes Valenzano, hijo del presidente de la Corte Suprema de Justicia y mano derecha del ministro Antonio Fretes.
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En ese entonces Asdrúbal era funcionario público, trabajaba en la Fiscalía General del Estado donde ganaba en ese momento poco más de G. 9 millones. Desde ese año Asdrúbal empezó a figurar como director titular de Río Salado SA.
Para abril del 2016, ganando el salario antes citado como funcionario del Ministerio Público, Asdrúbal Antonio Fretes ya se presentó como accionista junto a la abogada Lourdes González Gómez. Esta última se presentó también como accionista por valor de G. 6.300 millones mientras que Fretes Valenzano figuraba con G. 2.100 millones.
Río Salado SA se consolidó más aún. No tardó en aparecer como accionista de varias empresas: Negocios y Servicios SA (supuesta empresa de cobranzas); Ahoraité SA (supuesta empresa de préstamos), Monetare, Itacuá Bienes y Raíces SA, Banco Continental y Patria SA de Seguros y Reaseguros.
En forma indirecta también es accionista de Avalón Casa de Bolsa, donde la participación se da a través de Itacuá Bienes y Raíces.
La firma Río Salado SA también aparece como accionista directa de CARSA (Compañía Administradora de Riesgos, que dice buscar inclusión financiera a los paraguayos) y, como accionista indirecta, a través de Itacuá Bienes y Raíces SA y Negocios y Servicios.