5 de diciembre de 2025

Este año, el Ministerio de Salud reporta un incremento de poco más del 50% de casos de leishmaniosis en personas, una enfermedad que se transmite a través de las mascotas. En ese contexto, veterinarios resaltan la importancia de un tratamiento integral y de buscar la atención profesional para reducir riesgos de contagio. Destacan que, con cuidados adecuados, los animales pueden tener una larga vida y no son peligrosos.

En este municipio impulsan el trabajo coordinado para evitar que la leishmaniasis se propague a más personas. Hasta el momento un niño de siete años y otras tres personas, adultas, dieron positivo a la enfermedad. Para el efecto se tomaron muestras de sangre a 19 perros, en los barrios donde se tienen casos positivos.

ACAHAY. La directora de la Novena Región Sanitaria, Dra. Auria Villalba, acompañada de funcionarios del Centro de Salud local y del intendente Aldo Lezcano (Alianza), visitó a las personas adultas que dieron positivos a leishmaniasis tegumentaria. La médica inspeccionó en sus domicilios a los pacientes y verificó la evolución de los mismos. Otro niño de siete años, quien padece de la enfermedad, se encuentra internado en el Hospital Regional de Paraguarí.

ACAHAY. Un brote de leishmaniasis tegumentaria (cutánea y mucosa) que afecta a cuatro adultos y un niño en este distrito pone en alerta a las autoridades sanitarias del departamento de Paraguarí. Otros nueve casos sospechosos se encuentran en proceso de análisis para confirmar o descartar, manifestó la directora del Centro de Salud de Acahay, Liz Rosana Adrian Notario.

La leishmaniasis canina es una enfermedad parasitaria que afecta a los animales y al hombre, es una “zoonosis”. Es transmitida por el mosquito flebótomo, el insecto pica al animal enfermo aspirando el parásito, posteriormente se posa en un can sano y así le transmite la enfermedad. La médica veterinaria Monserrat Viveros nos cuenta más.

MADRID. Desde que una idea se concibe hasta que se ejecuta pueden pasar años, más si se habla de ciencia. Vicente Larraga pensó por primera vez en la vacuna contra la leishmaniasis canina en los 90 y desde entonces ha tenido “una vida muy agitada”: ensayos clínicos laboriosos, cambios empresariales de sus socios o la pandemia.