Nochebuena

«Todo lo humano es real, y a veces conocemos las cosas antes de que ocurran, aun cuando no seamos conscientes de ello. Vivimos en el presente, pero el futuro está siempre en nosotros».

La Nochebuena de una clase media que insiste en sostener una fiesta constantemente a punto de convertirse en parodia desfila en un interesante filme del rosarino Lucho Bender –fallecido muy joven, en 2004–, comedia melancólica de inicios de milenio y crónica atemporal de un mundo «en eterna decadencia» que el profesor Manuel Pérez rescata desde Argentina, en exclusiva para los lectores de El Suplemento Cultural, en su columna de hoy.

Del total de llamadas que recibió la Policía durante la Nochebuena, el 85% consistió en reportes que no fueron de emergencia, como bromas, insultos y pedidos de información.

La corrupción priva de fondos para levantar escuelas y hospitales, para construir rutas o para dotar a la fuerza pública de los recursos humanos y materiales necesarios para preservar la seguridad de todos. Quienes con sus latrocinios atentan contra el interés general, por más de que a muchos de ellos solemos verlos en actitud beatífica en los templos, ignoran lo que significa el amor al prójimo, uno de los mandamientos más importantes de quien vino al mundo para redimir a la humanidad de sus pecados. Para quienes victimizan a sus compatriotas con el latrocinio impune, la Nochebuena solo es un pretexto para mostrar o consumir sus bienes mal habidos, sin ningún problema de conciencia.

Una vez más estamos llegando a la Noche Buena, una celebración en la que todas las familias paraguayas desean pasarla lo mejor posible junto a sus seres queridos. Para que la felicidad sea un hecho en cada hogar, es fundamental recordar que los disparos al aire son un delito penado por ley y pueden acarrear consecuencias catastróficas, como la muerte de adultos, niños y mascotas, en una fecha tan especial.