La excesiva población que a diario sigue aumentando en la Penitenciaría Regional de Ciudad del Este es cada vez más preocupante e insostenible. Son 1.576 personas privadas de su libertad, de las cuales sólo 566 están condenadas. El nuevo penal de Minga Guazú promete ser una de las soluciones, pero la mudanza se hace esperar.
Un proyecto cuyo objetivo es conseguir la reinserción de los reclusos es impulsado en la Penitenciaría Regional de Coronel Oviedo. Consiste en la creación de una huerta para el autoconsumo.
A pocos kilómetros del enorme vertedero en el que incineran miles de neumáticos por día se encuentra el Centro Regional de Pedro Juan Caballero, en el que adolescentes infractores buscan un nuevo uso a las ruedas. Con esta y otras tareas luchan por su reinserción en la sociedad y un futuro mejor.
Hace una semana se daba un hecho en un juzgado penal de Asunción, que abrió nuevamente la discusión sobre los programas de reinserción de personas privadas de su libertad. Un recluso que estaba siendo condenado por hurto agravado aprovechó un descuido y se apropió de un cargador de celular ubicado en la secretaría.