En el siguiente análisis, el consultor en finanzas corporativas y estrategia de negocios, el Ing. Robert Soto desglosa los factores que explican la fortaleza reciente del guaraní y advierte sobre los riesgos y ajustes que podrían marcar la evolución del tipo de cambio durante el próximo año.
Tipo de cambio 2026: Principales determinantes y perspectivas
El 2025 se va despidiendo con un guaraní sorprendentemente fuerte frente al dólar. El tipo de cambio osciló como pocas veces: superó los 8.000 guaraníes por dólar en abril y hace unas semanas, su cotización llegó hasta los 6.400, un comportamiento que desconcertó a analistas y empresas.
Estos movimientos reflejan la tensión entre fuerzas coyunturales que apreciaron al guaraní —menor preferencia global por el dólar, mayor diferencial de tasas, recomposición de portafolios hacia emergentes e intervención del Banco Central (BCP)— y presiones estructurales que lo debilitan, como la inflación relativa y el déficit externo.
De cara al nuevo año, la gran pregunta es: ¿cuál será la trayectoria del tipo de cambio?
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Fuerzas coyunturales que fortalecen al guaraní

- Entorno internacional: dólar debilitado
El dólar estadounidense sigue siendo la principal moneda de reserva internacional. Sin embargo, durante el 2025 perdió atractivo y se debilitó como consecuencia de los déficits gemelos (fiscal y externo) y la incertidumbre política de EE.UU.
Esta menor fortaleza se reflejó en el índice DXY—que mide el valor del dólar frente a una cesta de monedas— que se contrajo en más de 10%.
Perspectiva 2026: El dólar dejó de caer desde mediados del 2025. Si el DXY se mantiene estable o repunta, el guaraní enfrentará presiones de depreciación en el primer semestre del 2026.
De lo contrario, es posible que la moneda local mantenga su fortaleza por unos meses más ante la desconfianza global sobre el dólar.
- Diferenciales de rendimientos: atractivo para el guaraní

Los bonos del Tesoro paraguayo en guaraníes ofrecieron rendimientos crecientes frente a los norteamericanos (Gráfico No 1): De un diferencial de rendimientos de 2,0% pasó a 3,3% en el tramo corto, y de 3,8% a 6,1% en el largo (hasta 10 años).
Esta diferencia de rendimientos ha sido otro motor de la apreciación del guaraní al generar mayor demanda de bonos en moneda local.
Perspectiva 2026: El debate se ha encendido en torno a las últimas medidas del banco central de EE.UU. (FED). Hace unas semanas, recortó su tasa de política en 0,25 puntos porcentuales y anunció compras de bonos del Tesoro del tramo corto.
Estas medidas inmediatamente impactaron en el tipo de cambio, llevándolo a niveles cercanos a 6.400 guaraníes por dólar. Nuevos recortes de tasas podrían recrudecer las expectativas de inflación, particularmente en un contexto en que el déficit fiscal de EE.UU. es alto y creciente.
Si la FED mantiene recortes de tasas y el BCP sostiene su postura, el diferencial seguirá favoreciendo al guaraní. Pero si la FED se detiene o sube tasas, el atractivo de los bonos en guaraníes se reducirá y la presión de depreciación aumentará.
- Flujos financieros: recomposición de portafolios y carry trade
Inversionistas globales están diversificando sus inversiones hacia mercados emergentes. Muchos aprovechan los diferenciales de rendimientos a favor de los bonos en moneda local, como el guaraní, y otros recurren al carry trade: endeudarse en dólares baratos para invertir en guaraníes más rentables.
Perspectiva 2026: Mientras las expectativas de estabilidad cambiaria se mantengan, los flujos continuarán hacia los bonos en guaraníes. Sin embargo, cualquier shock externo o ajuste de expectativas sobre el tipo de cambio o tasas de interés podría revertir rápidamente estas operaciones, generando volatilidad cambiaria.
- Intervención del BCP: ¿suavizar o controlar?
Durante los primeros meses del 2025, el BCP vendió dólares para contener la subida del tipo de cambio.
Aunque la autoridad monetaria suele afirmar que solo interviene para suavizar la trayectoria del tipo de cambio, y no para favorecer una determinada dirección, el BCP continuó vendiendo divisas incluso cuando el guaraní se fortalecía (Gráfico No 2), enviando la señal de que prefiere una moneda fuerte, sobre todo cuando la inflación se estaba alejando de su meta central (3,5% anual).

Sin embargo, aquí entra en juego lo que en teoría monetaria se denomina “trinidad imposible”: ningún país puede simultáneamente controlar el tipo de cambio, gozar de autonomía monetaria y garantizar la libre movilidad de capitales. El BCP puede suavizar las fluctuaciones, pero no controlar al mismo tiempo el tipo de cambio y la liquidez interna.
Perspectiva 2026: Es probable que la autoridad monetaria deje al mercado definir la trayectoria del tipo de cambio, sobre todo en los primeros meses del año, cuando suele enfrentar menos presiones para corregir el rumbo de la inflación, a menos que emerja una corrección repentina y significativa en el mercado cambiario que haga necesaria y oportuna la intervención del BCP.
Fuerzas estructurales que debilitan al guaraní: inflación y déficit externo

- Diferencial de inflación
Paraguay mantiene una meta de inflación de 3,5% frente al 2,0% de EE.UU. Perspectiva 2026: Este diferencial seguirá presionando gradualmente hacia un guaraní más depreciado.
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Aún con un guaraní fuerte en el corto plazo, la brecha inflacionaria se acumula y erosiona la competitividad del país, la que se refleja en un menor tipo de cambio real —encarecimiento relativo de los productos paraguayos para los ciudadanos del resto del mundo.
- Déficit de cuenta corriente
Este déficit externo se ha mantenido cercano al 4% del PIB durante el 2024 y 2025, reflejando que el país gasta más divisas de las que genera.
Si bien los factores estructurales que provocan este déficit pueden ser varios, la evidencia muestra que el déficit externo empeora cuando el tipo de cambio real disminuye, esto es, cuando los bienes producidos en Paraguay se encarecen para el resto del mundo y, simultáneamente, los bienes del resto del mundo se abaratan para los paraguayos.
Con la fuerte apreciación real del guaraní en lo que va del 2025 (Gráfico No 3), es probable que el déficit externo empeore, más aún cuando la economía paraguaya viene mostrando señales de un sobre calentamiento (crecimiento de la demanda interna por encima del crecimiento de la producción potencial).

Perspectiva 2026: Con un guaraní apreciado y sin mejoras de productividad, el déficit externo probablemente se mantendrá en el mejor de los casos. Esto sembrará nuevas presiones para una futura depreciación, especialmente en la segunda mitad del año.
Por otro lado, existen factores —menos certeros— que podrían contribuir a mantener un guaraní fuerte durante el 2026: el endeudamiento externo y la inversión extranjera directa.
Históricamente, el endeudamiento externo ha aportado divisas al país; sin embargo, su margen actual es limitado, dado que para mantener el grado de inversión el gobierno se comprometió, entre otros, a no endeudarse más allá del 40% del PIB y a reducir la dolarización de la deuda pública.
Esto restringe el flujo de divisas por esta vía. La inversión extranjera directa de gran calibre puede generar divisas más estables y duraderas, aunque por ahora no se vislumbran proyectos concretos que tengan impacto inmediato en el 2026.
Trayectorias posibles para el tipo de cambio en 2026

El Nóbel de Economía Eugene Fama ya advirtió: el tipo de cambio es impredecible en el corto plazo. Pero la evidencia muestra que:
- Los factores estructurales suelen imponerse en el mediano y largo plazo.
- Los coyunturales mantienen cierta inercia en el corto plazo.
Estos hechos anticipan que el guaraní podría mantenerse fuerte en los primeros meses del 2026, para luego ir cediendo y retomar su senda estructural de los últimos 10 años: una depreciación de 5% anual en promedio.

Simulaciones de Montecarlo con 10.000 posibles trayectorias para el tipo de cambio sugieren (Gráfico No 4):
- Guaraní fuerte en los primeros meses de 2026.
- Depreciación gradual hacia un promedio de 7.500 Gs/USD en un horizonte medio.
- Rango probable para cierre del 2026: 6.800–7.900 (percentiles 5–95).
Riesgos corporativos: deuda en dólares e ingresos en guaraníes

Más allá de cuál sea la trayectoria que seguirá el tipo de cambio en este 2026, es importante no caer en la tentación de financiarse en dólares solo por las menores tasas, ya que puede convertirse en una decisión peligrosa si no se gestiona adecuadamente el riesgo cambiario.
Una empresa que vende en guaraníes y se endeuda en dólares queda expuesta: si el tipo de cambio sube, su deuda se encarece y su solvencia se compromete.
La experiencia latinoamericana, y la paraguaya en particular, nos enseña que las empresas deben evitar balances descalzados en monedas y utilizar coberturas cambiarias cuando les sea posible.
Por Robert Soto.
