Cuestionan la contradictoria postura de la Cancillería en la gestión de nuestra energía en Itaipú

La falta de una estrategia inteligente para la gestión energética por parte del equipo negociador de la Cancillería paraguaya genera contradicciones insalvables, sostiene el especialista del sector eléctrico, Ing. Javier Villate. Añade que durante décadas, la excusa de los directivos de la ANDE para no contratar el 50% disponible en la central era porque les resultaba inalcanzable el alto precio de la electricidad de Itaipú. Ahora que ese precio bajará por efecto de la cancelación de la deuda, el equipo negociador propone mantener los precios altos para seguir con el esquema de siempre, el de la cesión al Brasil.

Conferencia de prensa del ministro Euclides Acevedo, sobre la propuesta planteada a Brasil sobre el Anexo C, del Tratado de Itaipú.
Conferencia de prensa del ministro Euclides Acevedo, sobre la propuesta planteada a Brasil sobre el Anexo C, del Tratado de Itaipú.

Para el Ing. Villate, de la lista de excusas del equipo negociador, también echan mano a la falta de infraestructura de transmisión, que supuestamente impediría exportar el excedente no utilizado para nuestro consumo. “¿Acaso la producción de bienes del Alto Paraná debe transitar hasta el área metropolitana de Asunción para luego retornar y cruzar el puente para ser exportado al Brasil? En forma idéntica, el excedente subastado en territorio paraguayo no necesitaría hacer esa innecesaria calesita”, manifiesta.

Agrega que para subastar en Paraguay no se requiere de ninguna infraestructura adicional de transmisión más que aquella que siempre existió para ser cedida al Brasil, tal como se está haciendo en este mismo momento.

“En el manual de excusas también figura la retorcida interpretación del artículo XIII del Tratado de Itaipú, que supuestamente el derecho de adquisición preferente prohibiría al Paraguay contratar su cuota del 50% y que solo puede cederla. Pero el equipo negociador, a lo largo de dos años, tomó suficiente conocimiento sobre el desmontaje de esta equivocada interpretación y que está allanado el camino para subastar electricidad en territorio paraguayo, no existiendo ningún impedimento en el tratado para ello”, explica el Ing. Villate.

Cuestiona también, que aún así, sin más argumentos que obtener el mismo dinero – o quizá un poco más – por la cesión, “pretende que el gobierno brasileño actúe engavillado para dar un zarpazo a los bolsillos de paraguayos y brasileños para repartirse unos US$ 1.000 millones adicionales para cada Estado”.

A su parecer, el plan revelado del equipo negociador sería lograr que ambos gobiernos impongan coercitivamente a sus ciudadanos e industrias, un adicional como un “impuesto a la electricidad”, fuera de las reglas del mercado de libre concurrencia y del tratado, de manera a repartirse lo recaudado.

“Es un plan miope y de pocas luces, contrariando el objetivo de un mayor desarrollo económico, apalancado en una energía competitiva para los sectores productivos de ambos países. Es pan para el Estado y hambre para todos mañana”, critica.

Asimismo, el especialista sostiene que esta estrategia procura mantener altas tarifas sobre el consumidor paraguayo y brasileño, en una relación 15/85 respectivamente. Paulatinamente, y en menos de una década, este ordeñe forzoso de bolsillos pasarán a convertirse en 50/50, tanto de hogares como de industrias paraguayas como brasileñas, agrega.

“La ausencia de visión de largo plazo del equipo negociador es evidente. Les resulta un gran inconveniente reconocer que el tratado le permite al Paraguay subastar y vender, inclusive a terceros países, sus excedentes en su propio territorio, sin pedir permiso a nadie para la creación de nuestro mercado eléctrico, que indefectiblemente convertirá al Paraguay en una gigantesca bolsa energética integradora de la región”, puntualiza el Ing. Villate.

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