Monseñor Valenzuela repudia a los corruptos y dice que se creen Dios

El obispo de la Diócesis de Caacupé, Monseñor Ricardo Valenzuela, presidió la tradicional misa dominical de las 7:00 en la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé. Al inicio de su prédica resaltó que el Evangelio del domingo termina con una amonestación de Jesús, particularmente fuerte, severa, que iba dirigida a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos del pueblo.

“Dijo: ‘Por eso les digo, se les quitará el reino de Dios para dárselo a un pueblo que rinda sus frutos’. Son palabras que hacen pensar en la gran responsabilidad de quien en cada época está llamado a trabajar en la viña del Señor, especialmente con función de autoridad”, expresó el prelado.

Lea más: Paraguay vuelve a ser el segundo país más corrupto de la región

Añadió que para entender mejor, encontramos en esta parábola tres figuras: los pecadores, los corruptos y los santos.

Agregó que los pecadores somos todos nosotros. Indicó que la figura que más resalta en esta parábola es la de los corruptos.

En otro pasaje de su prédica dijo que “los corruptos creen que no sienten la necesidad de Dios. Aunque en el código genético existe esa tendencia a Dios, todos nosotros buscamos Dios, buscamos la verdad, necesitamos ese ser trascendente, necesitamos en algún momento decir: ¿Dios, dónde estás?”, expresó.

“Estos corruptos hacen un Dios especial. ¿Quién es ese Dios especial? Ellos mismos. He aquí, entonces, quiénes son los corruptos”, subrayó.

Y esto es un peligro también para nosotros, los cristianos, convertirnos en corruptos; los corruptos están en las comunidades cristianas y ellos hacen mucho daño, advirtió.

Jesús habla de los doctores de la ley, habla de los fariseos, que eran corruptos. Les dice que son sepulcros blanqueados. En las comunidades cristianas los corruptos son así, remarcó.

“Se dicen ellos: Ah, es un buen cristiano, pertenece a tal o cual cofradía. Bueno, es uno de nosotros, pero nada, piensan solo para ellos, existen solo para ellos y nada más”, indicó el obispo.

Lea más: “Significativamente corruptos”: estos son los nueve paraguayos designados desde el 2019

Judas Iscariote empezó siendo pecador avaro y acabó en una profunda corrupción, que terminó con su vida. El camino, la senda de la autonomía, sin Dios, es un camino sumamente peligroso, insistió monseñor Valenzuela.

Los corruptos son grandes desmemoriados, pierden fácilmente la memoria. ¿De qué? Olvidaron ese amor con el que el Señor les hizo la viña y la hizo para ellos, olvidaron al dueño y olvidaron de agradecer, son muy ingratos también ellos, dijo en otro momento del sermón.

“Cortaron ese amor con Dios y se convirtieron en adoradores de sí mismos, solamente ellos”, afirmó.

“¡Cuánto mal hacen los corruptos en las comunidades cristianas¡ ¡El Señor nos libre de ir por caminos de la corrupción! Porque el cómplice del crimen de la corrupción es generalmente nuestra propia indiferencia. Miramos, (dejamos) que pase, y no debe ser así”, enfatizó el prelado.

En otro pasaje, recordó que San Juan, en su evangelio, dice que los corruptos son el anticristo. “Son el anticristo que está en medio de nosotros, pero no son de los nuestros”, expresó.

Destacó que dentro de la Iglesia también hay santos que hacen mucho bien. La palabra de Dios nos dice que son como una luz, dijo.

La parábola y la realidad

Monseñor Ricardo Valenzuela, durante su prédica durante la misa de las 07:00 de ayer, hizo como un paralelismo de la realidad actual de nuestro país con el mensaje de la parábola evangélica de ayer. Indicó que Jesús habla del gran amor de un amigo, de un propietario de una viña y la viña simboliza el pueblo, el pueblo de Dios.

Lea más: Otra ley de repartija de Bachi Núñez, a punto de ser sancionado

Él, Jesús, nos ha llamado con amor, nos protege, pero luego nos da la libertad, nos da todo este amor como en alquiler, nos arrienda; es como si nos dijera: cuida y custodia tú mi amor como yo te custodio a ti. Es el diálogo entre Dios y nosotros sobre custodiar el amor; todo comienza con este amor, el amor genera todo, inicia todo para ir a un buen fin, dijo Mons. Valenzuela.

Sin embargo, luego, esos campesinos a quienes se les confió, alquiló o se les arrendó, se sintieron fuertes, se sintieron autónomos de Dios, se podría decir independientes de Dios, y así se adueñaron de esa viña y perdieron la relación con el dueño de la viña. Y cuando alguien acude a retirar la parte de la cosecha que corresponde al dueño, ¿qué hacen estos arrendadores? Le insultan, le golpean y luego le dan muerte, añadió.

Esto significa perder la relación con Dios. Como diciendo: no veo la necesidad de ese patrono; es lo que hacen los corruptos. Aquellos que eran pecadores como todos nosotros, pero luego dieron un paso más hacia adelante, hacia el mal, hacia el abismo, se consolidaron en el pecado, asumieron ellos el pecado y a vivir en el pecado y ya no siente la necesidad de Dios.

Una campaña por la educación

Docentes agremiados en la Unión de Educadores-Sindicato Nacional asistieron ayer a la misa dominical de las 07:00 en la Basílica de la Virgen de los Milagros de Caacupé. Al término de la celebración eucarística, el presidente de la organización, Rafael Resquín, hizo la presentación de una campaña nacional por mejorar la educación.

“Sin una educación de calidad no habrá equidad en Paraguay. Por eso venimos a presentar la campaña nacional por el financiamiento de la educación pública, teniendo en cuenta que no estamos invirtiendo en la educación lo que realmente se necesita como pueblo, como sociedad, como Estado”, expresó antes de dar lectura al mensaje de la cruzada.

“Queridos compatriotas, los docentes afiliados a la Unión de Educadores-Sindicato Nacional, profundamente preocupados por la educación en nuestra patria, venimos a presentarles nuestro proyecto denominado Campaña Nacional por el financiamiento de la educación pública en el Paraguay. Esta iniciativa obedece a que la sistemática negativa de los sucesivos gobiernos de invertir los recursos necesarios en la educación está arrojando consecuencias cada vez más lamentables en nuestros niños y jóvenes.

Estamos invirtiendo menos de la mitad del mínimo requerido y por ello una calidad educativa que no satisface los requerimientos actuales para construir una sociedad con mejores ciudadanos.

Queridos compatriotas, como docentes de la patria, unidos al clamor de nuestros queridos alumnos y padres de familias quienes a gritos están clamando por una educación mejor venimos a solicitarles que nos acompañen en esta difícil tarea por un porvenir mejor para nuestros hijos.

Nuestro deber es dotar a nuestros alumnos de las mejores condiciones y posibilidades para que la escuela vuelva a ser un espacio atractivo y motivador para la educación que todos deseamos”, concluye la nota.

Los centenares de presentes respondieron con aplausos a la presentación.