Obispo del Chaco insta a ser contralores para fiscalizar actuar de las autoridades

Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco.
Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco.CALMIRON

El obispos del Vicariato Apostólico del Chaco, Mons. Gabriel Escobar, propuso que cada ciudadano paraguayo sea un contralor en sus respectivas comunidades, para poder fiscalizar el actuar de sus autoridades y así controlar el uso del dinero público que el Estado paraguayo destina a las municipalidades, gobernaciones y demás instituciones públicas. Recordó que esos rubros salen del aporte de cada compatriota a través del pago de los impuestos.

Escobar considera de suma importancia ser controladores del buen uso del dinero público, para evitar que las autoridades sigan lucrando con los recursos del pueblo, que deben ser direccionados al desarrollo de una mejor calidad de vida de las personas y no para beneficio de unos pocos privilegiados.

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Para el obispo es importante ser capaz de tener el acceso libre a la información pública, “que cada paraguayo y paraguaya tenga la posibilidad de conocer esa ley”, para que cualquier situación que contradiga esta disposición “podamos denunciar y que las autoridades de nuestro país estén alertas de que los ciudadanos conocen sus derechos y obligaciones”.

Las autoridades deben ser conscientes de que se “comprometieron a servir al pueblo y no servirse del pueblo”, como lastimosamente se viene sucediendo desde hace años en nuestro país, “donde vemos tantas corrupción en las instituciones públicas relacionadas con el uso deshonesto del erario público, en desmedro de las necesidades de la gente", afirmó monseñor Escobar.

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Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco con la imagen del niño Dios, en la misa de noche buena, en la catedral de Fuerte Olimpo.
Monseñor Gabriel Escobar, obispo del Chaco con la imagen del niño Dios, en la misa de noche buena, en la catedral de Fuerte Olimpo.

“La transparencia gubernamental debe proporcionar una formidable herramienta para un buen control de las instituciones públicas, donde lamentablemente hoy hacen agua por todos lados”; es por eso que, lamentablemente, las personas pierden confianza en sus autoridades o estamentos del Estado", sostuvo en otro momento.

Ante esta lamentable y penosa realidad de corrupción, el obispo propone “trabajar por la educación en la formación cívica, por una parte, y ética de cada ciudadano”, de cómo ser capaces de respetar los bienes comunes. Escobar refiere que estas reflexiones que realiza es lo que puede ver que está sucediendo en nuestra sociedad y las consecuencias que causa en cada persona.

Así, según estadísticas del último censo poblacional, el “Alto Paraguay es una de las zonas más pobres de nuestro país”, a pesar de la enorme riqueza natural que existe en esta región chaqueña. Explicó que el alto paraguayense vive una pésima calidad de vida, relacionada con áreas tan sensibles como la salud, educación, trabajo y caminos de todo tiempo.

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Al referirse a la reciente carta pastoral de los obispos en referencia al bien común, indicó que los pastores alertaron sobre la corrupción, la desigualdad y ese deterioro ambiental que impide el bienestar general de cada poblador. “Precisamente en este comunicado de los religiosos llamamos a un pacto nacional, para que se pueda luchar de forma transversal y de manera conjunta contra estos males sociales”, especificó.

Según el obispo, “debemos ser capaces de vencer el flagelo de la corrupción y la impunidad, lo que impide el crecimiento y una mejor calidad de vida de nuestra población”; para eso, tanto la sociedad civil como la Iglesia deben ser capaces de promover un país más justo, inclusivo y transparente, “donde nos centremos en una educación de calidad, un servicio eficiente de salud y una justicia pronta y barata”, pide monseñor.

Finalmente, el religioso clamó por una mejora de la calidad de vida para todos los ciudadanos sin ningún tipo de excepción, y que la economía no sea solamente macro, que no llegue al pueblo, sino que abarque a toda la sociedad, en especial a los más humildes.