Podemos leer la historia de la Cenicienta, sostiene la filósofa Montserrat Álvarez, como una metáfora de la aletheia.
El mismo año –1889– en que se inauguraba la Torre Eiffel, el primer número de The Wall Street Journal salía a las calles y nacía Adolf Hitler, y el mismo lunes –23 de septiembre– en que moría en Londres el autor de The Moonstone, Wilkie Collins, Fusajiro Yamauchi abría en Kioto un pequeño negocio que creció rápidamente vendiendo naipes artesanales a la Yakuza, mafia que controlaba las salas de juego y las apuestas. Lo llamó Nintendo.
Las cuestiones políticas de De Cárdenas con los jesuitas le habían valido el destierro al obispo en la ciudad de Corrientes. Estuvo allí hasta 1647.
Muy respetado y admirado, de grande y prolífica labor en el altiplano, realmente no calzó en las tierras paraguayas.
Apasionante es la historia del Paraguay. Por eso, la del siglo XVII no se queda atrás con acontecimientos sociopolíticos fundamentales para nuestro devenir.
El 18 de agosto de1640, fray Bernardino de Cárdenas fue nombrado oficialmente, por el papa Urbano VIII, obispo de Asunción, bula mediante.