Depredan tierras despojadas por los González Daher y con coima de Bajac

Miles de hectáreas de bosques fueron taladas dentro de una propiedad chaqueña que fue despojada a los dueños originales tras la intervención del entorno del senador Óscar González Daher. Los animales de la familia a la que arrebataron las tierras fueron usados como pago para operadores de maquinarias que ingresaron a la estancia.

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Lo que antes era bosque chaqueño nativo hoy quedó reducido a cenizas. Miles de hectáreas de lapachos, quebrachos y palo santo fueron talados dentro del predio de la estancia Korochiré, una propiedad que fue arrebatada por el entorno del senador Óscar González Daher a la familia que la ocupó y trabajó durante más de medio siglo.

Mediante un sobrevuelo realizado en la zona, ABC Color pudo constatar la forma en la que se deforestaron ya alrededor de 5.000 hectáreas dentro de la propiedad que la familia Garcete ocupó desde 1963 y de la que fue desalojada violentamente en varias ocasiones, la última en abril de 2015 cuando varios de sus miembros fueron trasladados esposados a bordo de camionetas particulares hasta la comisaría de Loma Plata.

Sobre el suelo de la propiedad se evidencia no solo la deforestación, sino también quedaron marcas de cómo se quemaron los restos de los árboles y arbustos que alguna vez crecieron allí.

Animales como pago

De acuerdo a lo que relataron pobladores del Alto Paraguay a nuestro diario, la depredación se inició hace apenas unos meses, cuando llegaron hasta la zona maquinarias y operadores que se encargaron de talar miles de hectáreas sin ningún miramiento.

Como si el despojo de las tierras no hubiera sido ya suficiente, la familia Garcete tuvo que enterarse que algunas de las 2.000 cabezas de ganado que no les permitieron sacar de su propiedad fueron entregadas como parte de pago a los operarios que realizaron el desmonte.

Luego de mucha insistencia, la familia había conseguido que les permitieran el retiro de apenas 130 de sus vacunos, pero no sin antes pagar G. 400.000 por cada cabeza que retiraron. El resto de los animales quedó en el lugar y fueron utilizados como moneda de cambio. 

Casas destruidas, retiros quemados

De los dos retiros que levantó la familia Garcete ya no quedan ni los cimientos. La casa que originalmente habitaba don Ramón Garcete, el padre de la familia que llegó hasta esa zona en 1963, fue destruida.

Don Roberto seguía vivo cuando en diciembre de 2010 aparecieron representantes de empresas brasileñas que decían ser las verdaderas dueñas de las tierras que le fueron entregadas a él en 1963.

Con sus 90 años, don Roberto tuvo que ver cómo el fruto de cinco décadas de su trabajo fue despojado de las manos de su familia.

La casa que construyó don Roberto cuando llegó al lugar fue una de las primeras en ser destruidas por los invasores que decían ser terratenientes.

Don Roberto Garcete falleció en noviembre de 2014, a los 93 años y con su familia litigando para reclamar lo que le pertenecía. 

Apenas semanas después llegó la estocada final cuando la Corte Suprema de Justicia dictaminó en contra de sus sucesores.

ENTRE APRIETES Y COIMAS

Las firmas que se quedaron con las tierras estaban conectadas al senador colorado cartista Óscar González Daher. Su esposa Nélida Chaves de González Daher era la escribana que había constituido algunas de las empresas que se quedaron con las tierras. Su hermana, la abogada Beatriz Chaves (cuñada de González Daher) era no solo abogada en la constitución de sociedades de las firmas sino que, además, participó activamente del proceso judicial que terminó sacando a los Garcete de sus tierras. Desesperados acudieron al entonces ministro de la Corte, Óscar Bajac, al que entregaron G. 400 millones en efectivo para que los ayudara. El despojo se consumó y la prometida justicia nunca llegó.

juan.lezcano@abc.com.py

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