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Barreto detalló que el impulso, principalmente, se da por el sector agrícola ante el buen desempeño en la producción de soja, que viene de un mal año en el 2022 a causa de la sequía. Sin embargo, pese a los buenos resultados de la actividad económica en el primer trimestre del año, eso no se está reflejando en la dinámica de empleos. Es que justamente los sectores más activos en la generación de mano de obra son los que se ven impactados por diferentes escenarios.
Señaló igualmente que ha sorprendido el bajo rendimiento de las construcciones. Si bien se esperaba una desaceleración de las obras públicas en el marco del cumplimiento de la convergencia fiscal (que obliga al Gobierno a reducir sus gastos em inversiones para volver el déficit fiscal al 1,5% del PIB), la actividad está muy afectada y su rendimiento por debajo de las proyecciones iniciales.
El sector de la construcción viene afectado por dos situaciones, la primera tiene que ver con la reducción de inversión para obras públicas por parte del Gobierno y, por otro lado, por los impagos acumulados del Estado para las constructoras, que se encuentran limitadas de recursos, incluso, para desarrollo de proyectos privados. Barreto lamentó esta situación, ya que el sector de construcciones es además un generador activo de empleos.
Por esa razón, el BCP redujo su estimación desde un crecimiento del 0,5% previsto inicialmente para el cierre del año, a una retracción del 2,6%.