Luis Bello (ANR-cartista) cumple hoy cuatro meses al frente de Asunción bajo la pesada sombra de la pésima gestión de su antecesor, Óscar “Nenecho” Rodríguez (ANR-cartista). Al asumir, Bello heredó deudas por US$ 265 millones, pero, en lugar de disminuir el pasivo, su administración comprometió aún más las finanzas de la comuna, con la aprobación de un nuevo préstamo de US$ 28 millones para cubrir salarios, aguinaldos y deudas heredadas.
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La situación crediticia de la capital se ha deteriorado, cayendo su calificación de pyB+ a pyB según informes emitidos recientemente. Este descenso se debe a los continuos incumplimientos en el pago de intereses de los bonos durante el año 2025. La tendencia se mantiene sensible (-), lo que indica expectativas de un mayor riesgo crediticio a corto plazo.

Estas condiciones influyeron seriamente en la capacidad de endeudamiento de la capital. En el último préstamo, cuatro entidades financieras aceptaron volver a prestarle dinero a la municipalidad, pero a un plazo de apenas 60 días, con un fideicomiso sobre la recaudación, que asegure el cobro y a intereses elevados. En apenas dos meses, se pagarán más de G. 5.000 millones en ese concepto, lo que significa un ritmo de G. 3,5 millones por hora.
Las mismas medidas
Las soluciones planteadas por Bello no se alejan del modelo de su antecesor, priorizando el endeudamiento sobre el mejoramiento del gasto. El proyecto presupuestario 2026 prevé destinar el 63% de los ingresos tributarios exclusivamente al pago de salarios. En contraste, la inversión proyectada para obras de infraestructura sufrirá un recorte presupuestario del 40%.
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Aunque Bello niega tal intención, el presupuesto contempla retomar el fallido plan de rematar 6 hectáreas en la Costanera Norte por unos US$ 25 millones. El objetivo de esta subasta sería obtener liquidez para pagar deudas y salarios corrientes de la municipalidad. Concejales de la oposición y expertos advierten que esto solamente representaría una pérdida patrimonial al venderse tierras sin un plan de desarrollo urbano.

Para elevar la recaudación, el intendente propuso las mismas medidas de “apriete” que su antecesor, como la venta de la cartera de morosos a casas de bolsa interesadas en gestionar los tributos adeudados, embargos, remates y la inclusión de contribuyentes morosos en “listas negras” públicas. Agregó el uso de drones para detectar construcciones no declaradas.
Obras inconclusas
Entre las pesadas cargas que dejó la gestión anterior, se suman las grandes obras de infraestructura que Nenecho dejó inconclusas. Proyectos de desagüe pluvial, como la de la cuenca Santo Domingo, se encuentran actualmente con un avance mínimo.
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Según la propia gestión de Bello, el proyecto, uno de los prometidos con los bonos G8, apenas registra un 20% de ejecución, a nueve meses de haberse iniciado. Los vecinos temen desmoronamientos debido a que las excavaciones abandonadas están muy cerca de sus viviendas.

A esta obra se suman las cuencas de Abasto y San Pablo, las más avanzadas, y la de General Santos y San Antonio. Esta última avanzó apenas un 3% según el interventor, Carlos Pereira, en su informe final. El proyecto enfrenta además una traba en la Junta Municipal, que aún no aprobó algunas modificaciones al proyecto original, solicitadas por los vecinos.
Mismo esquema
Al cumplir cuatro meses, Bello mantiene el esquema de su antecesor, caracterizando su gestión al frente de la comuna con la falta de racionalización del gasto, que perpetúa un ciclo de endeudamiento constante a tasas de interés cada vez más elevadas. Asunción sigue así sumida en una crisis financiera y operativa que afecta la calidad de vida ciudadana.

Pese a los intentos por despegarse del exintendente Rodríguez, tanto Bello como los concejales colorados que acompañan su gestión, cargan con el peso de haberlo hecho también con la de Nenecho, incluso avalándola, con la aprobación de sus ejecuciones presupuestarias de 2023 y 2024.
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En su informe final, Carlos Pereira, quien encabezó la intervención de la gestión de Rodríguez, confirmó el desvío de G. 512.000 millones y señaló que el exintendente recurrió a “terribles prácticas ilegales” como la utilización de una “cuenta única“. Además, remarcó que los concejales, entre ellos el actual intendente, quienes “consintieron o no impidieron” tales ilegalidades, también son responsables
