Eticos es el primer y único laboratorio paraguayo capaz de producir medicamentos monoclonales, basados en esta plataforma biotecnológica de alta complejidad.
Este hecho posiciona a Paraguay en el mapa regional de la biotecnología avanzada y abre oportunidades concretas para mejorar el acceso a terapias innovadoras.
La apuesta se sustenta en una inversión estratégica de 40 millones de dólares destinada a la modernización de procesos, la ampliación de áreas críticas de producción y la extensión de la infraestructura industrial y logística.
El proyecto incluyó nuevas oficinas comerciales, depósitos de gran altura y equipamiento de última generación, con el objetivo de cumplir estándares regulatorios cada vez más exigentes.
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Para el sistema de salud, esta transformación implica mayor capacidad productiva local, reducción de dependencia externa y un paso firme hacia la soberanía sanitaria.
“Eticos hace años que viene planificando una inversión para ampliar planta y tecnología. Estamos en distintas fases, hoy en la Fase 3 de ampliación de planta y de equipamiento, así que estamos muy contentos”, explicó Marcelo Gil, director comercial de Laboratorio Eticos.

El ejecutivo subrayó que el proceso no es coyuntural, sino el resultado de una estrategia sostenida en el tiempo.
“Todo este desarrollo y esta ampliación vienen planificados hace años atrás, con una visión clara de hacia dónde queríamos ir”, agregó.
La incorporación de tecnología para productos monoclonales permite a Eticos participar en licitaciones estatales orientadas a garantizar el acceso sostenido a terapias de alta complejidad, permitiendo al Estado un ahorro de 22 millones de dólares.
Son medicamentos biológicos utilizados en patologías crónicas y de alto impacto, que históricamente han tenido costos elevados y disponibilidad limitada.
La producción local, apoyada en alianzas internacionales y procesos de transferencia tecnológica, contribuye a una gestión económica más eficiente y a una mejora sustancial en la farmacoeconomía del país.
“Tenemos transferencia tecnológica de varios medicamentos, sobre todo los monoclonales. Estamos haciendo esto para traer tecnología al país y lograr mayor accesibilidad al paciente en Paraguay”, señaló Gil.
En ese sentido, destacó que la inversión coloca a Eticos “a la vanguardia de los laboratorios”, no solo por el monto invertido, sino por la capacidad de adaptación permanente.
“La dinámica y los avances nos exigen constantemente: se tiene que actualizar, innovar y adaptar todos los años. Siempre tenemos algo para hacer”, afirmó.
El impacto del crecimiento industrial también se refleja en el empleo y el desarrollo de capital humano.
Laboratorio Eticos es hoy el mayor empleador del sector farmacéutico en el país, con más de 600 nuevos puestos de trabajo generados en los últimos años.
La expansión tecnológica demandó talentos científicos, técnicos, logísticos y comerciales, acompañados por programas continuos de formación especializada.

Actualmente, son 900 colaboradores directos. Este fortalecimiento organizacional permitió robustecer áreas como finanzas, asuntos regulatorios y comercial, adecuando estructuras para sostener el nuevo volumen productivo.
En términos operativos, Eticos mantiene una producción diaria de lotes que oscila entre 53.000 y 90.000 unidades, de lunes a sábado, lo que evidencia una capacidad industrial significativa al servicio del mercado local.
Lipoless y la revolución terapéutica contra la obesidad y la diabetes
Entre los desarrollos más visibles de esta etapa se destaca Lipoless, un tratamiento nacional basado en evidencia científica que amplía el acceso a terapias efectivas para la obesidad y la diabetes tipo II, dos enfermedades con impacto creciente en la salud pública.
“Sin lugar a dudas, Lipoless es un producto estrella. Fue un lanzamiento disruptivo, no solo para el laboratorio sino también para el mercado paraguayo”, sostuvo Gil.
Lipoless, cuyo principio activo es la tirzepatida, fue el primer medicamento de este tipo aprobado por Dinavisa en Paraguay.
Su llegada generó alta aceptación en la comunidad médica y entre los pacientes, con resultados favorables en adherencia y accesibilidad.
“Fue evidente la necesidad de un producto de estas características en el mercado, la adoptación, tratamientos logrados y una respuesta muy positiva”, explicó el director comercial.
La estrategia de Eticos con Lipoless se apoya en un concepto integral de acompañamiento al paciente, que incluye información, respaldo médico y difusión responsable de terapias innovadoras y programas de soporte al paciente.
“Queremos difundir estas terapias, en particular para la obesidad, que es una problemática en la cúspide a nivel mundial que además trae asociadas infinidad de patologías. Todos los laboratorios están invirtiendo en moléculas innovadoras y nosotros no queríamos quedarnos atrás”, afirmó Gil.
El laboratorio reforzó su estructura y capacitó a médicos, dependientes y actores vinculados al recorrido del producto, con foco en la accesibilidad y el uso adecuado.
“Es un medicamento aprobado por Dinavisa, el primer tirzepatida autorizado en Paraguay. Requiere de acompañamiento de acompañamiento médico y recomendamos la consulta con especialistas en diabetes y obesidad”, recordó Gil, quien añadió que Lipoless está disponible en cadenas de farmacias y farmacias independientes habilitadas.
Con más de 40 años de trayectoria, Laboratorio Eticos tiene una reputación basada en calidad, seguridad y accesibilidad.
La incorporación de tecnología monoclonal, el liderazgo en empleo y el desarrollo de productos como Lipoless configuran un caso sólido de inversión y un ejemplo de cómo la innovación aplicada puede traducirse en beneficios concretos para la salud pública.
El avance de Eticos demuestra que Paraguay puede producir ciencia, tecnología y soluciones terapéuticas de vanguardia.
Mirando hacia adelante, el desafío para la industria farmacéutica paraguaya pasa por sostener este ritmo de innovación y profundizar la articulación público privada.
La experiencia de Eticos muestra que la inversión en investigación, desarrollo y tecnología no solo fortalece a una empresa, sino que impacta en todo el ecosistema sanitario.

La posibilidad de producir localmente medicamentos complejos reduce vulnerabilidades ante crisis de abastecimiento, mejora tiempos de respuesta y genera conocimiento aplicado.
Desde la perspectiva de salud pública, contar con capacidades biotecnológicas avanzadas habilitan políticas de acceso más equitativas y previsibles.
La producción nacional de terapias de alto costo permite planificar compras, optimizar presupuestos y ampliar coberturas, beneficiando a pacientes que antes enfrentaban barreras económicas significativas.
En este marco, la farmacoeconomía adquiere un rol central, alineando innovación con sostenibilidad del sistema.
Para Eticos, la hoja de ruta incluye seguir ampliando capacidades, fortalecer alianzas internacionales y consolidar su posicionamiento regional.
“Vamos a seguir invirtiendo, reforzando estructuras y capacitando personas, porque la innovación no se detiene”, resumió Gil.
La afirmación sintetiza una visión de largo plazo donde industria, ciencia y salud pública convergen, con resultados concretos para el desarrollo productivo y el bienestar social de los paraguayos a largo plazo.
