34 años de democracia: “está lejos, pero entre más luchemos, vamos a estar siempre con esperanza”, afirmó Rogelio Goiburú

“Queremos estar siempre mejor”, indicó el director de Reparación y Memoria Histórica al ser consultado sobre la situación de la democracia a 34 años de la caída del regimen dictatorial de Alfredo Stroessner, que dejó miles de muertos y desaparecidos en el país.

“No vemos que la democracia, que empezó esa noche del 2 y 3 de febrero, hace 34 años, haya dado satisfacción a la mayoría de nuestro pueblo. Es más, durante los 35 años de terrorismo de Estado, se sembraron las semillas del modelo político y social que hoy padecemos”, lamentó Goiburú.

Resaltó que es nuestra obligación como ciudadanos paraguayos afianzar esta democracia para que no haya ninguna ley 209 ni 294, leyes que se utilizaron durante la dictadura para perseguir, encarcelar y reprimir a los opositores, ya que la derogación de estas leyes permitió a la ciudadanía reunirse, organizarse y seguir luchando por nuestros derechos.

Lea más: Stronistas hacen apología de la dictadura y recuerdan a su líder

“Desde el punto de vista de ordenamiento jurídico y legal sabemos que el regimen stronista dejó sus huevos en el poder judicial. El único militar procesado fue Duarte Vera, que ni siquiera tuvo una sentencia firme, si no que se murió antes de tener una sentencia firme. Se murió encarcelado. Se pasaba tiempo en el hospital”, agregó.

Profundizar la democracia para que sea una herramienta útil

Goiburú recalcó que es necesario profundizar la democracia para que sea una herramienta útil para nuestro pueblo.

“La ausencia de políticas en derechos humanos todos los días vemos nosotros, que salimos al interior a excavar a buscar a nuestros compatriotas desaparecidos que lucharon por ver algún día un país con justicia social soberano, con democracia y libertad”, agregó.

Lamentó y calificó de triste ver como los pueblos indígenas están por las calles pidiendo comida, expulsados de sus tierras ancestrales, así como a los campesinos, que son desalojados de sus tierras. “Estos son los problemas crónicos del Paraguay que dentro de la democracia se tienen que solucionar”, aseveró.

Lea más: Paraguay y la última dictadura militar de América del Sur: la dictadura de Stroessner

Por último, si bien reconoció que la democracia está lejos ser óptima, dijo que entre más luchemos, y más nos encontremos y consensuemos, vamos a estar siempre con esperanza, porque la esperanza es lo último que se pierde.