Caacupé

Vecinos de Atyrá, Caacupé y Tobatí se concentraron en la noche del miércoles en el Km 48 de Caacupé, donde cerraron de forma intermitente la ruta para exigir la protección del Acuífero Caacupé, una de las principales reservas hídricas de la región.

Con un fuerte llamado a la conversión interior y a vivir desde la gracia, monseñor Ricardo Valenzuela presidió la misa del último día del octavario de la Virgen de Caacupé. En su homilía afirmó que el pecado es lo único capaz de envejecer el corazón humano, mientras que la gracia de Dios lo mantiene siempre joven.

El sofocante calor registrado en la jornada de ayer domingo en Caacupé causó serios problemas de salud a los peregrinos que llegaron en masa hasta la capital espiritual, en la víspera de la festividad de la Virgen. La basura también incomodó a los peregrinos en torno a la Basílica.

El fervor popular hacia la Virgen de Caacupé, intercesora de milagros y que cada diciembre reúne a miles de fieles, continúa tras la celebración central del 8 de diciembre. En el santuario se siguen oficiando misas diarias dentro del octavario de la madre común de los paraguayos, con una concurrencia que se mantiene alta. La última celebración está prevista para mañana a la las 7:00.

El padre Luis Ignacio Roy Alonzo realizó una memoria agradecida por los 100 años de presencia de la congregación en Paraguay y llamó a caminar con el pueblo desde la justicia y la integridad, reconociendo también errores del pasado y pidiendo perdón por los daños causados, especialmente a los más vulnerables. La homilía fue pronunciada durante la misa celebrada en el Santuario de Nuestra Señora de Caacupé.