26 de diciembre de 2025

SANTA ROSA, Misiones. El concejal municipal Daniel Colmán (PLRA) señaló que el mal estado de los caminos de las 22 compañías del distrito santarroseño, a causa de las lluvias registradas durante la semana de Navidad, no resulta nada alentador. Indicó que la situación se ve agravada por la continuidad de las precipitaciones y la falta de intervención de los organismos responsables.



Según responsables de las empresas ganadoras de la licitación pública realizada por el MOPC, en el transcurso de esta semana deberá realizarse la firma de contrato, con el objetivo de apurar los trabajos de reparación de los tramos ruteros en la zona. Mientras tanto, los conductores deben lidiar con las trampas mortales en que se han convertido los caminos. Causa preocupación las permanentes pequeñas lluvias que se registran, ya que podrían poner en riesgo las mejoras.

De manera irresponsable, la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, Claudia Centurión, no entrega el resultado de la licitación para reparar los caminos en el Alto Paraguay; en tanto, los conductores deben lidiar verdaderas odiseas para sortear los tortuosos y peligrosos tramos ruteros. Se cumplen 30 días desde que el MOPC procedió a realizar la apertura de sobres de las empresas interesadas en ejecutar estos trabajos, y hasta el momento, no da a conocer la lista de eventuales ganadores.

Como siempre sucede con cada lluvia que se registra en este departamento, sobre todo en esta temporada seca, el sector de la ganadería puntal de la economía, se beneficia. Sin embargo, los precarios caminos de tierra, que nunca se reparan en forma, una vez más, es la preocupación porque pueden aislar a la zona. Por de pronto, se implementan barreras de clausura.

PILAR. Tras constantes reclamos por parte de pobladores de las comunidades de Laguna Itá, Otazú, Ciervo Blanco y Valle Apu’a, finalmente se reanudarán las obras de construcción de dos importantes puentes en el departamento de Ñeembucú. Los trabajos son clave para la transitabilidad en zonas rurales.

Cada vez que llueve, el sufrimiento de los pobladores de la compañía Bernardino Caballero, de Atyrá, se intensifica. Los caminos de tierra, que en días normales ya presentan dificultades, se vuelven intransitables bajo la lluvia, dejando aislada y expuesta a todo tipo de riesgos a la comunidad.