El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre (ANR-HC), durante su discurso ayer en la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) en Budapest, (Hungría), habló sobre la “ética y los valores humanos”, mientras aquí su gestión ante la Cámara Baja es muy cuestionada por la falta precisamente de ética, debido a los alevosos casos de nepotismo y la ausencia de valores humanos que quedó reflejado con el salvataje que hicieron los cartistas y colorados de la bancada B a Yamil Esgaib (ANR, HC), quien tiene antecedentes de violencia.
La Cámara de Diputados, plagada de “nepobabies”, dio ayer media sanción a un proyecto de modificación de la Ley contra el nepotismo, que introduce mínimos -sino nulos- cambios y aparenta más un placebo que un remedio.
Una moción de preferencia obligó al titular de Diputados, Raúl Latorre (ANR, HC), a incluir en el orden del día de la sesión ordinaria de mañana el proyecto que modifica la ley contra el nepotismo. Varios legisladores pisotean o avalan la iniciativa para favorecer a los familiares.
El corporativismo de la Cámara de Diputados, cuyo presidente es el cartista Raúl Latorre, sigue protegiendo al legislador Esteban Samaniego (ANR, cartista), quien hasta la fecha acumula cinco pedidos de desafuero.
Federico Mora, viceministro de Educación Superior, y representantes de centros de estudiantes se reunieron hoy con el presidente de Diputados, Raúl Latorre, para presentar un pedido específico sobre el proyecto “Hambre cero”. Solicitaron al Congreso la inclusión de un artículo que garantice los recursos para el “arancel cero” en las universidades.
El diputado Raúl Latorre (ANR, cartista) fue reelecto por abrumadora mayoría para presidir la Cámara Baja, pese o debido a que ha fomentado allí el nepotismo feroz, violando la Ley N° 6622/20, que impone medidas de racionalización del gasto público, y su Decreto reglamentario N° 4899/21. Según la ley citada, en ningún caso se podrá designar en un órgano colegiado a un pariente dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad de cualquiera de sus miembros, que cobre una remuneración presupuestaria, salvo el ingreso logrado a través de un concurso público de oposición. Que solo ocho de los ochenta diputados se hayan abstenido de votar a favor del presidente transgresor dice mucho acerca de la conciencia jurídica y moral de la generalidad de ellos, mucho más atenta al interés familiar que al público.