27 de diciembre de 2025

La modalidad de algunos ladrones de robar distintos accesorios de los vehículos sigue registrándose muy frecuentemente en Asunción. Sin que le importe la plena luz del día, hoy un hombre fue captado en imágenes de circuito cerrado cuando rompía espejos de unos vehículos estacionados en la calle Yegros.



Un cambista de 73 años fue víctima de un presunto robo agravado este miércoles en la zona de Palma y Chile. Según la Policía, fue engañado por tres hombres, subido a un vehículo y despojado de una suma de dinero aún no confirmada.

Un asalto ocurrió este miércoles en una de las entradas a la ciudad de Pedro Juan Caballero. Cuatro asaltantes que se desplazaban en dos motocicletas diferentes interceptaron a dos motociclistas que regresaban del trabajo a la casa, propinaron un culatazo a uno de ellos, echaron de su biciclo al otro provocándole una fractura y se alzaron con el rodado, según informó la Policía Nacional. Ambas víctimas fueron trasladadas al servicio de urgencias del Hospital Regional de esta ciudad.

Las denuncias por robos y hurtos en el país alcanzan un promedio de nueve hechos por hora, según datos del Ministerio Público correspondientes a los primeros nueve meses del año. Especialistas advierten, sin embargo, que las cifras oficiales solo muestran una parte del problema debido al alto nivel de subregistro y a la falta de una política preventiva integral.
En nuestro país, después de la violencia familiar, los hechos punibles contra la propiedad son los más frecuentes. Según datos del Ministerio Público, difundidos por la prensa, entre enero y septiembre de este año se denunciaron 58.230 casos de hurto y de robo, la gran mayoría de ellos cometidos en la capital y en el departamento Central. Si además se estima que solo se reportaría formalmente el 30% de dichos delitos, resulta que es considerable el riesgo diario de resultar víctima, con o sin el uso de la fuerza. Los asaltos callejeros, muchas veces bajo el influjo de la drogadicción, inciden en la constante “sensación” de inseguridad, que, ante la indefensión, puede inducir a las víctimas o a terceros a reaccionar haciendo “justicia por mano propia”. Tras un reciente atraco a una mujer en Asunción, intervino un repartidor a domicilio, que persiguió a los motoasaltantes y ultimó a uno de ellos. Los órganos competentes deben actuar, para evitar estos extremos.

Un grupo de cuatro hombres armados, a bordo de dos motocicletas, cometió un asalto a un surtidor ubicado en las cercanías del área de frontera de la ciudad de Encarnación. Según la denuncia, los maleantes se alzaron con la suma de G. 50 millones del propietario.