El sistema financiero en Paraguay se ha caracterizado, no solo por su estabilidad, sino por adoptar prácticas y recomendaciones enmarcadas dentro de los estándares internacionales.
A modo de recapitular y de acuerdo con el último informe de la Asociación de Bancos del Paraguay (Asoban), el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) es un instrumento que protege, en mayor medida, a los pequeños y medianos depositantes. Su administración es competencia exclusiva del Banco Central del Paraguay (BCP). El Fondo está constituido con aportes del Estado, a través de bonos, y de las instituciones que forman parte del sistema financiero privado (bancos y financieras). Específicamente, las contribuciones que hacen de manera trimestral las entidades bancarias y financieras han representado un costo para éstas (Ley N° 2.334/03).
Los bancos del sistema nacional lograron utilidades por G. 1,62 billones (US$ 226 millones al cambio actual) entre enero y mayo del presente año, lo que representa un aumento del 13% en comparación al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con los datos publicados por la Superintendencia de Bancos (SIB).
El directorio del Banco Central del Paraguay (BCP) sancionó al futuro ministro de relaciones exteriores, Rubén Ramírez Lezcano, y a siete personas más, que integraban el directorio de Interfisa, tras un sumario donde fueron detectadas supuestas faltas administrativas. El que será canciller cuestionó las sanciones y dijo que recurrirá a la justicia.
Ciertamente, existen nuevos postulados fraudulentos, que habilitan un renovado campo de estudio, cuyo desafío consiste en reconocer aquellos sucesos ilícitos dentro de una institución financiera privada. Es que, la acción ilícita de “peculado” se reconoce desde tiempos vetustos, bajo la denominación de peculatus (derecho romano), que había surgido (en principio) como “hurto” realizado al ganado perteneciente al Estado.