Al mediodía del sábado 5 de febrero, José Ariel López Balmori, un joven futbolista de 23 años que se abrió paso en su Acahay natal, llegó a Odessa, en Ucrania, con la maleta cargada de sueños. Pero los tambores de guerra iniciados por Rusia lo obligaron a retornar. Empezó un periplo lleno de sentimientos encontrados con no pocos milagros que lo trajeron de vuelta a nuestro país el miércoles pasado. Esta es su historia.
Un futbolista de Sportivo Luqueño, el japonés Takayuki Morimoto, fue protagonista de un accidente de tránsito. Con su camioneta chocó contra una motocicleta en Santísima Trinidad casi doctor Gerónimo Zubizarreta y no quedó para el auxilio correspondiente.
La fiscala interviniente, Laura Romero, imputó a los futbolistas que fueron pillados jugando piki-vóley y violando la cuarentena establecida por el Gobierno.
El abogado penalista Gustavo Gorostiaga, exjuez penal, opinó que a su entender no corresponde otorgarle el criterio de oportunidad al futbolista brasileño Ronaldo de Assis Moreira. Comentó que, si él fuera juez, le aplicaría cuando menos un juicio abreviado, pues “no podemos dar la impresión de que no nos interesa perseguir este hecho”, remarcó.
El futbolista Fabio Alcaraz, quien resultó herido en la balacera de Capitán Bado, se encuentra estable pero en terapia intensiva tras ser sometido a una cirugía de emergencia. Acusó siete refilones, pero una bala le afectó la rodilla hasta el punto de que probablemente tendrán que reconstruirla.
El futbolista Jonathan Fabbro fue sentenciado a 14 años de cárcel, por un tribunal argentino que lo declaró culpable de “abuso sexual gravemente ultrajante al menos en cinco oportunidades, agravado por estar a cargo de la guarda de la damnificada”. La víctima, su ahijada, tenía entre 5 y 11 años.