Durante la dictadura de Alfredo Stroessner el eslogan del regimen era el de “Gobierno - Fuerzas Armadas - Partido Colorado.” No había, pues, motivos para que los funcionarios públicos se escondieran para demostrar su fanatismo aún en las oficinas públicas. Pero las cosas, al menos legalmente pero no en la práctica, cambiaron tras la caida de ese Gobierno. Aunque algunos no estén enterados, o no quieran enterarse. En efecto, la Constitución de 1992 dice que “los funcionarios y los empleados públicos están al servicio del país”, pero lo cierto es que muchos de ellos están más bien al servicio de la ANR, sobre todo en tiempos electorales.
En conspiraciones para mantener el poder o sacar a quienes no les conviene, el Partido Colorado tiene harta experiencia. Pero el “Asado Papers”, que revela cómo sacaron de la Municipalidad de Asunción a Mario Ferreiro, confirma una vez más que los colorados no actúan solos. Lo hacen con la “oposición”.
El Comité de Debate Presidencial 2023 se presentó ayer oficialmente con miras a las elecciones del 30 de abril. Los organizadores prevén innovar con preguntas más elaboradas, mayor careo e involucrar el protagonismo de los jóvenes.
Los dos grupos del Partido Colorado, hasta hace poco antagónicos y aparentes encarnizados enemigos, están de nuevo de luna de miel. Las acusaciones que se enrostraron en las instancias previas a las elecciones internas no ameritan pasar, como siempre, al campo de las anécdotas como si se tratara de rencillas entre candidatos a presidir seccionales o comités de barrios, sino que fueron formuladas en las más altas esferas gubernamentales y políticas, comenzando por el propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y el ungido candidato presidencial, Santiago Peña. Sus palabras fueron de gravedad inusitada, pero, lo más probable es que, como siempre, aquí no ha pasado nada.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, aclaró que no se convertirá en un “obstáculo” en la búsqueda de unidad del Partido Colorado con miras a las elecciones generales fijadas para abril próximo. No obstante, señaló que el “abrazo republicano” debe darse sin “hipotecar” la credibilidad ciudadana hacia su movimiento Fuerza Republicana.
CORONEL OVIEDO. Fuertes roces entre los dos líderes regionales de la ANR en el departamento de Caaguazú, el ministro de Desarrollo Social Mario Varela (abdista) y el senador Silvio “Beto” Ovelar (cartista) dificulta el “abrazo republicano”. La designación de un gobernador interino liberal gracias a el voto de un colorado cartista en la Junta Departamental empeoró la crisis.